Prostitución

Un tercio de las vitrinas de prostitución en los Países Bajos ha cerrado en los últimos 15 años

Se debe a cierres forzosos motivados por sospechas de criminalidad, molestias vecinales o proyectos urbanísticos.

Amsterdam quiere que las prostitutas gestionen su propio negocio del sexo
Amsterdam quiere que las prostitutas gestionen su propio negocio del sexolarazon

El número de vitrinas donde se ofrecen servicios de prostitución a través de escaparates iluminados en rojo en Países Bajos se ha reducido en un tercio en los últimos 15 años, pasando de 1.500 en 2010 a unas 1.000 en la actualidad, en gran parte debido a cierres forzosos motivados por sospechas de criminalidad, molestias vecinales o proyectos urbanísticos.

La prostitución en vitrinas sobrevive ya en menos de diez ciudades neerlandeses. El declive más drástico ocurrió en Utrecht, donde en 2013 el ayuntamiento clausuró los burdeles flotantes y los escaparates del centro por sospechas de trata de mujeres, y desde entonces, no existe prostitución en vitrinas en la ciudad, según un inventario con datos oficiales publicado este miércoles por el diario neerlandés Trouw, informa Efe.

Ámsterdam, famosa por su Barrio Rojo, también ha cerrado unas 150 vitrinas en la última década como parte de una estrategia para reducir el turismo masivo y mejorar el control sobre la industria del sexo, lo que ha hecho que La Haya, capital administrativa del país, cuente hoy con más vitrinas de prostitución activas que la capital neerlandesa, famosa por la industria sexual.

Otras ciudades como Groninga y Leeuwarden también han optado por cerrar parcial o totalmente sus barrios rojos; en Alkmaar, el ayuntamiento clausuró la mitad de las 140 vitrinas de la calle del centro al considerar que los edificios fueron adquiridos con dinero proveniente del crimen organizado, incluido el secuestro del magnate cervecero Freddy Heineken.

En el año 2000, la prostitución pasó de ser ¿tolerada¿ a ¿legalizada¿ y los ayuntamientos empezaron a elaborar sus propias políticas al respecto.

La esperanza era que los municipios encontraran un equilibrio entre facilitar y regular el sector, pero en la práctica muchos adoptaron políticas represivas, explicó el investigadores neerlandés Yannick Bleeker, quien también advirtió que el mercado sexual ha migrado en gran parte a internet, lo que ha provocado una baja en la clientela presencial, algo que afectó a muchos propietarios de vitrinas.

La desaparición de estos espacios, donde las prostitutas (también llamadas ¿trabajadoras sexuales¿ en Países Bajos) ofrecen sus servicios a pie de calle, se debe en gran parte a cierres forzosos por parte de los municipios, motivados por sospechas de criminalidad, molestias vecinales o proyectos urbanísticos destinados a ¿mejorar¿ la imagen de ciertos barrios.

La tendencia al cierre parece continuar, según Trouw, puesto que varias ciudades planean reconvertir las vitrinas vacías en viviendas o locales comerciales.

En Ámsterdam, la alcaldesa Femke Halsema ha propuesto trasladar unas 100 vitrinas del centro histórico a un nuevo ¿centro erótico¿ situado a las afueras, una medida sobre la que tomará una decisión final en 2026.

Desde el sector, asociaciones como la de Operadores de Negocios de Relajación denuncian que, mientras la demanda se mantiene o incluso crece, el número de lugares seguros y regulados para ejercer el trabajo sexual disminuye.

Bleeker señaló que la presencia de vitrinas contribuía a la normalización y la desestigmatización de la prostitución, pero lamentó que incluso en los municipios más tolerantes, la prostitución en vitrinas "se ha convertido en el patito feo del sector", informa Efe.