Entrevista

Tomás Cobo: «Volvemos a la vieja anormalidad en la que las ideas surgen arriba»

El máximo representante de los médicos reclama dar protagonismo a los jefes de servicio en las decisiones

Tomas Cobo Castro, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC)
Tomas Cobo Castro, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC)David JarLa Razón

La asistencia prestada durante la época álgida de la Covid-19 pasó factura a la salud física y mental de nuestros profesionales sanitarios. De hecho, según un estudio llevado a cabo durante los meses de noviembre de 2022 y febrero de 2023, el 40% de los médicos españoles tenía la sensación de «no poder más» con su situación laboral. En contra de lo que pudiéramos deducir, esta insatisfacción de los médicos no está asociada a la pandemia, sino al empeoramiento de sus condiciones de trabajo: precariedad, salarios bajos y falta de tiempo. Estos problemas amenazan con quebrar nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) y se acentúan cada vez más.

¿En qué situación nos encontramos a día de hoy?

Yo rechazo hablar de «nueva normalidad». Hemos vuelto a la «vieja anormalidad». Me refiero a que, durante la pandemia hubo algo que funcionó bien: las peticiones, en vez de venir de arriba a abajo, venían de abajo a arriba; es decir, fuimos los profesionales sanitarios los que lideramos los equipos

multidisciplinares y conseguimos generar unidades de alta especialización, unidades de cuidados intensivos... Y todo ello en días. Las ideas y necesidades surgían desde abajo y los que estaban arriba eran los que nos escuchaban e implementaban. Sin embargo, volvemos a la vieja anormalidad, a situaciones en las que, una vez más, las ideas surgen de arriba y se tratan de implementar hacia abajo. Y cuando llegan hacia abajo, pues son incumplibles en muchas ocasiones.

¿Cómo podría resolverse esta cuestión?

Siempre insisto en la importancia de la participación de los profesionales en las decisiones. Existen unos interlocutores esenciales y son los jefes de servicio de los hospitales. Estos juegan un papel extraordinariamente importante para trasladar las necesidades que tiene el servicio para poder desarrollar las actividades institucionales que a cada uno le corresponda. Es una figura que debe potenciarse desde el punto de vista puramente profesional y no político. El problema que tenemos es que el mundo de la política está infiltrado en absolutamente todo, incluida la Sanidad.

¿Cuáles son, a su juicio, las necesidades cuya solución es más imperiosa?

Generalizar es difícil. En la pandemia sacamos la conclusión de que había que potenciar al máximo la salud pública, pero esto no ha funcionado. Dijimos que íbamos a reforzar al máximo las relaciones de atención primaria con el entorno sociosanitario. Esto tampoco se ha visto. Es cierto que algo se ha mejorado, pero no en la medida en que se debería de mejorar. Además, seguimos teniendo la imperiosa necesidad del Pacto de Estado por la Sanidad, que se llegue a medidas que sean consensuadas. Fíjate que hay cuestiones básicas como la homogenización de los calendarios de vacunación o de las carteras de servicio, o el pago de la hora de guardia a los profesionales. Estas disparidades contribuyen a erosionar nuestro modelo de Sanidad, que es, sin ninguna duda, el mejor regalo que nos hemos dado los españoles a nosotros mismos en los últimos 100 años. Sin ninguna duda.