Tribunales

Torbe regala revistas porno para hacer amigos en prisión

Ignacio Allende Fernández, Torbe
Ignacio Allende Fernández, Torbelarazon

El comportamiento de Ignacio Allende Fernández, popularmente conocido como Torbe, durante los tres meses que lleva en prisión ha cambiado. Al entrar en el Centro Penitenciario de Estremera, en la Comunidad de Madrid, este productor de películas pornográficas «era muy esquivo e introvertido. Al principio no quería ser reconocido, pero rápidamente se corrió la voz de quién era. Y cada vez que alguien le reconocía se daba la vuelta, no quería publicidad entre rejas. Cuando algún día salían él o su caso en televisión se acercaba al personal de la prisión por temor». Ahora, en cambio, «está muy integrado», «ha cogido el pulso» del centro penitenciario. A ello le ha ayudado mucho su «oficio». Y es que de vez en cuando «reparte revistas pornográficas entre sus compañeros para hacer amigos», tal y como pudo saber LA RAZÓN.

Está en el módulo de preventivos y, aunque sigue sin salir a actividades, «juega al rugby», porque al parecer durante su «juventud jugó». De hecho, es lo único que ha despertado el interés del productor de películas pornográficas, al menos por el momento.

«El primer día Torbe fue bastante patoso, fue con zapatos porque no encontraba las deportivas». En otra ocasión «fue a jugar, pero tenía visita, van a verle el letrado, su novia y amigas actrices». Estremera es la única prisión en la que se puede jugar al rugby. Se hace en un campo de tierra, donde también se juega al fútbol. No hay porterías ni nada, y para jugar al rugby colocan unas bolsas. Se hace de forma altruista de la mano de Escuela de Rugby Madiba (como se conocía popularmente a Nelson Mandela), una actividad por la que han recibido menciones de la Federación Madrileña de Rugby.

El comportamiento de Ignacio Allende en prisión es correcto. «Es educado. No ha tenido en este tiempo ningún problema de convivencia». Pero incluso aunque se haya integrado muy bien en el equipo de rugby, Torbe «no es una persona especialmente sociable –al menos no en prisión–. Es inseguro fuera de su zona de confort».