Tranq dope, la droga que come la piel, vuelve "zombies" a sus consumidores y es más letal que el fentanilo

Las drogas son sustancias químicas que corresponden a uno de los mayores motivos de muertes en el mundo. Cocaína, fentanilo, marihuana, tusi... Son muchas las que son consumidas, que provocan adicciones con varios efectos secundarios que llevan incluso a la muerte. Entre todas estas, también podemos encontrar Tranq dope, la droga que come la piel, vuelve "zombies" a sus consumidores y es una de las más letales y mortales.

El término drogas hace referencia a varias sustancias químicas que alteran el funcionamiento de cuerpo o mente. No siempre son ilegales y algunas son medicinales, pues son utilizadas para tratar enfermedades, aliviar el dolor, controlar los síntomas o mejorar la salud. Esto incluye una amplia variedad de medicamentos prescritos por profesionales de la salud, así como tratamientos de salud mental como los antidepresivos y los medicamentos para trastornos de ansiedad.

En sí, las drogas también pueden ser legales, como el alcohol, tabaco o medicamentos como analgésicos, tranquilizantes o estimulantes. De tal manera, estas están ampliamente disponibles, y aunque su uso excesivo e indebido puede tener consecuencias negativas, utilizarlas de forma moderada no supone grandes problemas.

Pero las drogas ilegales, aquellas controladas y prohibidas por la ley suelen tener un alto potencial de abuso y pueden ser peligrosas debido a su naturaleza adictiva y a los riesgos para la salud asociados con su consumo. Es ahí donde entran aquellas como el cannabis, el éxtasis, la metanfetamina o la heroína. Y por supuesto, también Tranq dope.

¿Qué es Tranq dope, la droga "zombie" que se mezcla con el fentanilo y está causando muchas muertes en Estados Unidos?

Se trata de un sedante para animales, como las vacas y caballos, que no se considera apto para el consumo humano, aunque hace un tiempo se comenzó a traficar con él. Una droga virulenta también conocida como xilacina, que se ha mezclado con el fentanilo entre otros opiáceos en Estados Unidos y tiene graves consecuencias, como pudrir la piel.

Según explica el gobierno de San Francisco en su página web, "la xilacina puede causar somnolencia excesiva y síntomas de depresión respiratoria que parecen similares a los asociados con el uso de opioides".

Algunos de los efectos que causa es depresión del sistema nervioso, dificultad respiratoria, bradicardia, hipotensión, relajación de los músculos, infecciones y heridas en la piel e incluso la muerte repentina.