
Limpieza
El truco casero más eficaz para limpiar el radiador por dentro y eliminar el polvo en segundos
Es el momento de preparar tus electrodomésticos para un invierno sin sustos ni gastos extra

A nadie le gusta pasar frío en casa. Con la bajada de las temperaturas, la preparación de la calefacción, la caldera y demás electrodomésticos del hogar es esencial. Después de tantos meses apagados, necesitan un pequeño empujón para funcionar a la perfección, y en ocasiones desconocemos los trucos que a largo plazo pueden ahorrarnos mucho dinero.
Eliminar el polvo del radiador es una tarea complicada. Sus conductos estrechos impiden alcanzar bien el interior, lo que dificulta la limpieza, y retirarlo no es solo una cuestión estética. La acumulación de polvo contribuye al empeoramiento de la calidad del aire y puede ser especialmente molesto para aquellas personas que tienen alergias o problemas respiratorios.
Cómo limpiar un radiador por dentro
Los trucos de limpieza, además de hacerse virales en TikTok, facilitan mucho la vida, especialmente a los que llevan poco tiempo independizados y todavía no dominan el arte de la limpieza. Uno de los más conocidos en torno a los radiadores es el del secador de pelo. Este elemento se convierte en la herramienta mágica para deshacerse del polvo acumulado durante todo el año en cuestión de segundos.
Para realizarlo, es necesario seguir una serie de pautas. El aire del secador siempre debe soplar de arriba a abajo y con la potencia máxima. De esta manera, el aire empujará el polvo del interior, echándolo al suelo, pudiendo así limpiar esas zonas inalcanzables.
Otros trucos
Otro truco muy práctico es usar un cepillo largo o una brocha de mango flexible, ideales para alcanzar las rendijas. Puedes humedecer ligeramente las cerdas con una mezcla de agua y vinagre blanco: así atraparás mejor el polvo y desinfectarás al mismo tiempo.
Si quieres una limpieza más profunda, prepara una solución con agua caliente, unas gotas de jabón neutro y un poco de bicarbonato de sodio. Aplica la mezcla con una bayeta o esponja por la superficie del radiador y sécalo bien después. Este truco ayuda a eliminar tanto el polvo como la grasa acumulada.
Por último, un consejo extra: pasa la aspiradora con un accesorio fino por las ranuras y la parte inferior del radiador al menos una vez al mes. Así evitarás que se acumule polvo y tu calefacción rendirá mucho mejor durante el invierno.
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