Conducir durante las primeras y últimas horas del día puede convertirse en un desafío, especialmente cuando el sol incide directamente en los ojos del conductor, provocando deslumbramientos que afectan la capacidad de reacción y aumentan el riesgo de siniestralidad. Aunque muchos recurren a gafas de sol, gorras o cristales tintados, existe un recurso integrado en prácticamente todos los coches que suele pasarse por alto: el parasol delantero.

Si bien cumple eficazmente su función frente al parabrisas, cuando el sol entra lateralmente por la ventanilla, su cobertura queda limitada. Lo que pocos conocen es que algunos modelos permiten deslizar lateralmente el parasol una vez orientado hacia la ventanilla. Esta extensión, identificable por una discreta flecha grabada en el mecanismo, permite bloquear los rayos solares que escapan al primer ajuste, mejorando significativamente la visibilidad y la seguridad.

Un vídeo del creador de contenido @carunplugged muestra esta funcionalidad en un Volkswagen Atlas, destacando su utilidad: “Puedes mover el parasol hacia un lado para cubrir más superficie. Esto se puede hacer en prácticamente cualquier coche del mercado”. Sin necesidad de accesorios, ni modificaciones en la postura al volante, este truco se convierte en una solución eficaz para reducir el impacto del sol en la conducción diari