El brote de enterovirus de Cataluña provoca tetraplejia a una niña de tres años

El departamento de Salud de la Generalitat dio el martes la voz de alarma al anunciar que un tipo de enterovirus había provocado daños neurológicos a 40 niños menores de seis años. Nueve de ellos requirieron en algún momento ingreso hospitalario y aunque la mayoría fueron dados de alta, una menor de tres años permanece ingresada en el Institut Guttmann de Badalona afectada de tetraplejia.

El presidente de la Asociación de Infectología Pediátrica (miembro de la AP), José Tomás Ramos, explicó a este diario que el enterovirus es una familia de virus con decenas de serotipos, que suelen derivar en una sintomatología leve. «Es un patógeno de lo más común en niños, que produce infecciones respiratorias y gastrointestinales que no duran más de una semana, y en algunos casos, meningitis benignas», aclaró Ramos en un intento de llamar a la calma.

En el menor que permanece ingresado se han encontrado rastros de un serotipo concreto, el D68, que si bien puede derivar en una encefalitis –una inflamación cerebral aguda de evolución incierta–, lo más común es que tenga una evolución favorable. De ahí que los especialistas no sepan con seguridad por qué este subtipo ha atacado de una forma más agresiva a este niño. «Quizá tenga una base genética sobre la que el virus es más agresivo. Se tendrá que estudiar qué tipo de personas tienen más predisposición a desarrollar complicaciones graves al contraer este patógeno», sentenció el pediatra. Para prevenirlo, se recomienda mantener una buena higiene y lavarse las manos con asiduidad, ya que su principal vía de transmisión es la oral-fecal.

Los servicios de microbiología del Vall d’Hebron, junto con los del Hospital de Sant Pau, de Barcelona, y el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, de Madrid, analizan muestras de mucosa nasofaringea y de heces de los niños hospitalizados, con el fin de esclarecer cuántos de los 40 afectados por esta encefalitis sufrieron infección por el serotipo D68 del enterovirus.

Conocer el perfil del serotipo infeccioso, no obstante, no modificará la situación, ya que no existe tratamiento contra los enterovirus. Esta forma vírica se manifiesta a través de más de un centenar de serotipos que provocan infecciones leves. Cuando la infección se transforma en encefalitis, se generan convulsiones, temblor del cuerpo, descoordionación de movimientos, somnolencia e, incluso, trastornos sensoriales.