Sucesos

Un camarero argelino encuentra una bolsa con 77.000 euros y la devuelve a la Policía

La bolsa pertenecía a una mujer rumana que se la dejó olvidada en Palma. «Soy musulmán y mi religión no me permite quedarme con lo que no es mío», afirma el camarero

Billetes de 500 euros en una imagen de archivo
Billetes de 500 euros en una imagen de archivolarazon

La bolsa pertenecía a una mujer rumana que se la dejó olvidada en Palma. «Soy musulmán y mi religión no me permite quedarme con lo que no es mío», afirma el camarero.

Lahouari Saidani, un camarero argelino que trabaja en un restaurante «kebab» de Mallorca, se encontró hace unos días por sorpresa una bolsa que contenía 77.000 euros y decidió entregársela a la Policía Nacional, tal y como recoge 'Diario de Mallorca'.

La bolsa contenía una fortuna en cheques y dinero en efectivo, además de ropa recién comprada y documentos personales, que pertenecía a una mujer rumana de 37 años que afirmó dedicarse al sector inmobiliario. «Me ofreció darme algo de dinero para agradecerme que lo hubiera devuelto. Me negué rotundamente, aunque insistió en que hará un regalo a mi mujer», puntualiza el camarero.

«Soy musulmán y mi religión no me permite quedarme con lo que no es mío», cuenta al periódico mallorquín este argelino nacido en Orán y residente en Mallorca desde 2001. En su restaurante, «Arabica», presumen de tener al camarero "más honrado"de la ciudad de Palma, un trabajador mileurista y padre de tres hijas.

Lahouari explicó que salió de trabajar sobre las seis de la tarde y cuando llegó a su edificio fue directamente al buzón. «Es la costumbre pues espero desde hace tiempo un documento de Madrid por un asunto de Extranjería. Debajo encontré una bolsa grande de papel. La abrí y encontré cheques y un montón de dinero de metálico». Reconoce además que cuando llegó a la comisaría de la Policía Nacional más cercana tuvo ciertos problemas: «Cuando los policías vieron a un árabe con una bolsa llena de dinero desconfiaron. No entendían nada».

Este camarero argelina indica que en ningún momento pensó en apropiarse el valioso contenido de la bolsa. "El Islam prohíbe robar. Y recibí una educación muy estricta de mis padres. Desde muy pequeño me enseñaron que nunca podía quedarme lo que no era mío», asegura.