Doble homicidio en Valencia: «Ha sido un crimen sádico»

Un hombre con las manos ensangrentadas salió gritando de la vivienda de la tragedia para alertar a los vecinos de la pesadilla que había visto. En ella se encontraban con claros signos de una violencia desmedida los cuerpos sin vida de una mujer y una menor. Eran familia. «Una abuela y su nieta de origen chino, de 62 y 10 años, respectivamente», tal y como informaron a LA RAZÓN fuentes de la Policía Nacional, aunque otras fuentes próximas al caso explicaban que era la madre.

Los hechos tuvieron lugar en Valencia. A eso de las 14:20 de ayer el Servicio de Emergencias 112 recibió una llamada alertando de la tragedia. Hasta el lugar se mandó a agentes de la Policía Nacional, de la Policía local y una ambulancia que ya nada pudo hacer por las fallecidas. El hombre, un ciudadano chino y familiar de las víctimas, alertaba a los agentes de que se había encontrado con esta dramática imagen al volver a casa.

Al cierre de esta edición, la Policía Nacional oficialmente no descartaba ninguna hipótesis sobre la autoría de los hechos, si bien cada vez va teniendo más conocimiento de lo que pudo suceder, porque a eso «de las 20:30 detenía a una persona sospechosa del doble crimen en Castellón», afirmaron a este periódico sin dar más detalles sobre el detenido.

El móvil anoche seguía sin confirmarse oficialmente. Y los datos consultados a fuentes próximas al caso chocan, aunque no del todo. «Dada la violencia mostrada no parece un caso de violencia de género. Es un crimen violento, sádico, con mucha sangre», afirmaron estas fuentes. Otras aseveraron, en cambio, que «se trata de un caso de violencia doméstica, pero, ojo, no de género». Oficialmente, la Policía no confirmó ni desmintió ninguna de las dos versiones, aunque todo apunta a que la detención tendría que ver con una mujer familiar de las víctimas. En cualquier caso, la autoría del macabro crimen sería de un familiar que fue capaz de apuñalar con un arma blanca en repetidas ocasiones a la abuela y la niña, cuyos cuerpos continuaron en la casa hasta que a las 16:30 se produjo el levantamiento de los cadáveres.

La vivienda en la que fueron localizadas las víctimas está ubicada en el número 21 de la calle Tomás de Villarroya de Valencia, en cuyo exterior anoche permanecían agentes policiales.

Según han explicado los vecinos, en la vivienda residían dos niñas, una de diez, que es una de las fallecidas, y otra de unos cinco años, la madre de éstas, y los dos abuelos.

El responsable de un bar situado frente a la vivienda, Alejandro Liñana, señaló a Efe que vio salir del edificio al abuelo y le llamó la atención, porque, aunque es un hombre tranquilo, iba corriendo desesperado y entró en el comercio situado junto a su bar, un bazar regentado por personas de nacionalidad china.

Un dependiente del bazar cercano confirmó por su parte que el abuelo había entrado en el local y había pedido que llamaran a la Policía, porque en su casa había sangre y dos personas muertas.