Jaén

Un grupo de menores arranca el pelo a una niña «por diversión»

La Razón
La RazónLa Razón

María, la líder, y Marta, la agresora, se jactaban en las redes de sus «hazañas». Ésta no ha sido su única víctima.

Dos años y nueve meses. Ése es el tiempo que ha durado la pesadilla de una menor de Linares, en Jaén, que ha «concluido» tras la detención de dos chicas también menores de 16 años que le hacían «bullying», según informó ayer la Policía Nacional.

Todo comenzó cuando la víctima apenas tenía 13 años. Un día una compañera de instituto se fijó en ella. Fue entonces cuando la víctima se convirtió en el centro de los insultos y las burlas, no de una adolescente, sino de todo un grupo liderado por María, una menor conflictiva que se había cambiado de centro de estudios en varias ocasiones, según pudo saber LA RAZÓN. María señalaba a las víctimas de las que luego se mofaba el resto. Ahí entra Marta, la otra detenida, que a medida que comenzó el acoso pasó de los insultos a las manos. Las acosadoras comenzaron a burlarse de su forma de vestir. Aunque al principio la víctima no le dio importancia, las burlas fueron a más, por lo que el carácter de la menor fue cambiando. Dejó de comer, la sola idea de ir al instituto le provocaba náuseas, y pronto su rendimiento escolar bajó hasta que sus padres la cambiaron de instituto.

Pero la pesadilla no había terminado. Las acusadoras procedieron entonces a meterse con ella a través de las redes sociales. Una agresividad verbal que pronto se convertiría también en física. Una de las acosadoras la culpaba de que su novio la dejara. Una excusa como bien podría haber sido otra, sobre todo cuando la víctima ha negado haber salido con él. Para zanjar la situación, quedaron con ella en una plaza. La víctima acudió para poner punto final a esta situación. Pero en el encuentro las menores llegaron a las manos, «creo que yo también las agarré», reconoció la víctima a la Policía. Mientras María y otra chica miraban, Marta, la agresora, la agarró de los pelos y la arrancó un gran mechón, que después fotografiaron y enviaron a sus contactos vía Whatsapp y redes sociales. Es entonces cuando los padres de la víctima pusieron la denuncia y se procedió a la detención de las dos menores, que afirmaron a los agentes que «la acosaban para divertirse», según los datos facilitados por la Policía Nacional de Jaén. Un acoso que tiene más víctimas. Y es que el día de su detención, hace 11 días, varias chicas y chicos se presentaron a la comisaría para decir que también habían sido víctimas de su acoso, aunque no pusieron denuncia por miedo a represalias. La investigación continúa abierta. Los agentes están tratando de identificar al resto del grupo de acosadoras.