Tribunal Supremo

Un hombre mata a una anciana con una rama de limonero para robarle 5 euros

El Supremo ha confirmado la condena de 44 años de prisión para el imputado

Según la sentencia, el procesado se aproximó por la espalda a las tres ancianas, que caminaban por el Carril de los Cobos, y las golpeó con un palo, de unos 80 centímetros de largo.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 44 años de prisión que impuso la Audiencia Provincial de Murcia a un individuo que en febrero de 2012 mató a una anciana e hirió a otras dos con una rama de limonero en la pedanía murciana de El Raal con el objetivo de robarle cinco euros. Según la sentencia, con fecha del 27 de septiembre, el procesado se aproximó en silencio por la espalda a las tres ancianas, que caminaban por el Carril de los Cobos, y las golpeó con dicho palo, de unos 80 centímetros de largo y de 3 ó 4 de grosor.

A una de ellas le dio un golpe en la nunca que le hizo caer al suelo provocándole un traumatismo craneoencefálico y otras heridas graves que provocaron su muerte al día siguiente del ataque en el hospital. La sentencia comparte el criterio de la Audiencia Provincial de Murcia, que consideró acertada la pena impuesta al acusado teniendo en cuenta la avanzada edad de las víctimas -nacidas 1932, 1947 y 1943- y, por tanto, personas especialmente indefensas y vulnerables. También valora el inmenso desprecio que siente el acusado que siguió golpeándolas con fuerza pese a que éstas le decían "no nos mates", así como su frialdad demostrada en la forma en que llevó a cabo el ataque.

La sentencia del Tribunal Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo Gómez, considera que hubo alevosía en la conducta del condenado en toda la secuencia agresiva, ya que "se produjo un ataque por la espalda a las víctimas, de 80, 71 y 65 años respectivamente, por un hombre de 32 años golpeándolas en la parte posterior de la cabeza con un objeto contundente".

Tanto por la dinámica del ataque, sorpresivo inicialmente por la espalda, como por el objeto empleado y diferencia de edad entre las víctimas y el agresor, concurren circunstancias reveladoras de que "es algo más que un mero abuso de superioridad".