Un operativo inédito de 300 personas para buscar a la peregrina

Hoy se cumplirán 160 días sin noticias de Denise Thiem, la norteamericana de origen asiático desaparecida el pasado 5 de abril mientras hacía el Camino de Santiago. Su rastro se perdió en Astorga y es a esta zona, entre Castrillo y Santa Catalina de Somoza, donde ayer se desplazaron diferentes unidades de la Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencia (UME) para tratar de localizar a la mujer de 41 años.

El dispositivo es inédito: «300 personas trabajando en la búsqueda», según aseguraron ayer a este periódico desde la Policía Nacional. De ellos, entre 40 y 50 trabajando directamente sobre el terreno, añadieron fuentes policiales. Entre ellos, agentes de la Policía Judicial de homicidios, Policía Científica, de subsuelo, de caballería, unidades de antidisturbio (para acotar la zona y para las labores del rastreo), caninas, el UME y un helicóptero, precisaron desde el Cuerpo.

Siguen una pista nada halagüeña, van a buscar en más de 100 pozos de la zona donde su rastro se pierde. Pero antes de que los buzos se adentren a rastrear cada uno de los pozos, los efectivos de la UME se encargarán de «limpiar» el terreno para que los buzos (que son de la unidad de subsuelo) puedan acceder a ellos, ya que los vehículos con los que la UME cuenta no se disponen dentro del Cuerpo y la zona de campo a rastrear es amplia. En cuanto al tiempo que durará el operativo, no hay al parecer unos plazos fijados, «se trabajará el tiempo que sea necesario», añadieron desde la Policía Nacional.

Aunque existen varias líneas de investigación abiertas, «va ganando cada vez más peso que la hayan podido matar a que se haya podido accidentar y caer. La hipótesis de que lo que hay que hacer es buscar el cuerpo es evidente», aseguraron fuentes policiales. Un dato que confirmaron también fuentes próximas al caso, que aseguraron que «el hilo principal es que buscan el cadáver de la mujer norteamericana. Una de las hipótesis que baraja la Policía es que un hombre abordó a Denise tras ganarse su confianza y que después pudo haber un intento de abuso. La Policía busca una persona con arraigo en la zona y con un dispositivo que le permitiera desplazar el cuerpo a otra zona».

No obstante, sobre la posibilidad de encontrarla con vida, Ignacio Cosidó afirmó que en una investigación abierta «nunca hay que descartar ninguna hipótesis» y que la Policía investiga cualquier pista.

En este sentido, ayer el periódico «Diario de León» publicaba que la Policía tenía a un vecino de Castrillo de los Polvazares en el punto de mira. Ayer la Policía Nacional ni confirmó ni desmintió este extremo aunque aseguró «tener sospechosos». Lo que sí aseveraron desde el Cuerpo es que a lo largo del día no se había detenido a nadie, ni se iba a producir arresto alguno».

En cuanto a si el operativo respondía a las posibles presiones que pudieran estar ejerciendo desde Estados Unidos, la Policía insistió en descartar esta posibilidad, «se está siguiendo una pista que no se puede revelar porque hay secreto de sumario».

«La Policía mantiene un contacto fluido con el FBI. Pero en este caso no se ha pedido su colaboración (o más bien no se ha aceptado), porque no es necesario contar con ellos sobre el terreno, pero en cualquier caso la información con ellos es fluida», aseguraron fuentes policiales. Sin embargo, según fuentes próximas al caso, «unos miembros del FBI de la embajada americana han visitado la zona».

Mientras, la familia de Denise Pikka Thiem guarda silencio. Algo que llevan haciendo desde finales de agosto. Lo último que se supo sobre nuevas pistas lo reveló precisamente el hermano de la desaparecida al periódico «Azcentral» de Arizona (EE UU), el estado en el que viven Cedric y sus padres, al aseverar que el pasado 3 de julio recibió una llamada desde España de un agente que le envió fotos de ropa esparcida por un campo y le preguntó si algo era de su hermana. La respuesta fue negativa.

A la espera de que esta intensificación en la investigación del caso dé sus frutos, cabe recordar que la última vez que Denise Thiem y su hermano hablaron fue el pasado 1 de abril. Desde entonces no han vuelto a saber nada sobre esta mujer cuyo rastro se pierde el domingo de Resurrección sobre las 12:00 de la mañana. Al parecer, en las proximidades de la Iglesia de Santa Marta en Astorga. Ese día la peregrina pagó con su tarjeta la noche anterior en el hostal Don Suero de Quiñones. Y después iba a ir a misa, tal y como le dijo el día anterior a una amiga británica a la que había conocido durante el Camino de Santiago. También le comunicó que iba a ir a El Ganso y que dormiría en el albergue. Pero la peregrina estadounidense nunca llegó hasta allí.

Denise mide 1,62,5 de estatura, tiene 41 años, pesa entre 50 y 53 kilos, tiene cabello negro, liso y largo, ojos marrones y apenas habla español. Desapareció en la última etapa de un viaje que empezó a mediados del pasado mes de diciembre. Esta mujer estadounidense de origen asiático decidió utilizar sus ahorros para viajar. Antes de llegar a España había estado en Singapur, Filipinas, Camboya, Vietnam y Francia. Un largo viaje durante el cual Denise estuvo en todo momento en contacto con su familia a través de Skype. La falta de noticias hizo que Cedric se trasladase a España para buscarla y denunciar en la comisaría de Barajas su desaparición.

Desde Madrid

No se recuerda un dispositivo como éste para encontrar a alguna persona desaparecida en los últimos años. Tanto agentes policiales como criminólogos forenses y antiguos miembros del Cuerpo acertaron a decir en qué caso se había habilitado un operativo similar que incluyera el desplazamiento de numerosas unidades desde la sede central.