Un padre de siamesas tiene que elegir en separarlas para que solo viva una o la posible muerte de las dos

Un padre de dos siamesas senegalesas se enfrenta a la difícil decisión de separarlas para que solo viva una o no separarlas, que sería una posible muerte de las dos.

Ibrahima Ndiaye, un senegalés de 50 años, se enfrenta a una dura decisión. Tiene dos hijas que son siamesas, y tiene que elegir entre separarlas para que solo viva una (forzando la muerte prematura de la otra) o no separarlas, que supondría una posible muerte de las dos.

Las niñas siamesas, Marieme y Ndeye, han cumplido los tres años y ambas comparten hígado, vejiga y sistema digestivo. Están siendo tratadas en el hospital Great Hormind de Londres y los médicos solamente le daban unos meses de vida. Su pediatra, Gillian Body, asegura que, para estar vivas, “Mariame depende de Ndeye y viceversa”, lo que significa que “no pueden separarse”. El problema se encuentra en una de ellas, Mariame, cuyo corazón es débil y su esperanza de vida, por tanto, es pobre. Cuando empiece a morir debido a estos problemas de corazón también lo haría su hermana, Ndeye.

La propuesta de los médicos es la muerte prematura de una para que la otra sobreviva, pero Ndiaye, al no poder elegir, seguirá luchando para poder salvar a las dos.