Navidad

Un puntazo de decoración navideña

La Alpujarra granadina decora sus calles y plazas con creatividad y mucho ganchillo.
La Alpujarra granadina decora sus calles y plazas con creatividad y mucho ganchillo.larazon

El punto de cadena, el de garbanzo, el de fantasía o el picot con el que los vecinos han tejido la decoración de calles y plazas sirve además para reivindicar la minuciosidad artesana de la comarca.

La Alpujarra granadina decora sus calles y plazas con creatividad y mucho ganchillo, una iniciativa que gracias al trabajo colectivo de asociaciones, colegios y centros de adultos reivindica la minuciosidad artesana con obras como el pino de Navidad de dos metros que preside el pueblo de Notáez. Informa María Ruiz/Efe.

Calles plagadas de pizarra, casas con vigas de castaño y tejados de lana y la luz de la cal blanca caracterizan la postal navideña de municipios de la Alpujarra granadina como Murtas, Juviles o Trevélez, a los que se suma además como característica común una decoración con mucho punto.

Para precisar, el punto de cadena, el de garbanzo, el de fantasía o el picot con el que los vecinos han tejido la decoración navideña que decora calles y plazas y que sirve además para reivindicar la minuciosidad artesana de la comarca y apostar por esta tradición ancestral.

María Eugenia Miranda preside la Asociación de Mujeres de Notaéz, una pedanía de Almegíjar con poco más de un centenar de almas que este año presume de un árbol de Navidad de más de dos metros de altura tejido con cariño, hilo y lana verde, paciencia y muchas risas.

"Unas mujeres vienen y hacen ganchillo, otras hablan, hacen terapia, se enseñan técnicas nuevas y así de pieza en pieza hemos terminado el árbol", ha detallado a Efe Miranda.

La asociación que preside se ha sumado a la iniciativa Urban Knitting Alpujarra, un proyecto de los centros Guadalinfo de la Alpujarra para llenar de arte calles y plazas.

"Decidimos decorar el árbol con piezas verdes, los hombres construyeron una estructura con varillas y hasta hemos envuelto ladrillos con papel para poner regalos que decoren el pino, aunque hemos tenido que regañar mucho a los niños para que no haya problemas", ha explicado la presidenta de esta asociación de mujeres.

El proyecto, que pretende recuperar el arte urbano tradicional, viste con un puntazo navideño las plazas y calles de otras localidades vecinas como Juviles, Lobras, Lanjarón o Trevélez y suma la colaboración de asociaciones de mujeres, colegios, centros de adultos y particulares, que cada cual aporta ideas, horas de movimiento de aguja o los soportes navideños.

Estos pueblos, con la coordinación de Guadalinfo, pretenden convertir su maestría tejiendo en un reclamo más, pero la iniciativa también fomenta las relaciones intergeneracionales y combina tradición con el uso de nuevas tecnologías.

"Yo estoy aprendiendo ahora y como nunca enseñé a mi hija a hacer punto, ha aprendido conmigo y ya se ha terminado su jersey", recuerda Miranda, que ahora comparte horas con los más jóvenes del pueblo y con otros más mayores, "que nos enseñan la artesanía tradicional".

Con un punto 2.0, la decoración se ha tejido con el buen hacer aprendido de los más mayores y los tutoriales y técnicas renovadas que muestran en sus tabletas las nuevas generaciones, "porque unas aprenden en otros sitios nuevas técnicas y luego vienen y nos enseñan".

Se trata de "sesiones de conocimientos compartidos"que combinan técnicas centenarias y recursos web, una receta que ha dejado una decoración navideña con un punto peculiar.

Esta "Urban Knitting Alpujarra"persigue fortalecer la cohesión social y fomentar la creatividad, con la que han tejido cada adorno de sus municipios, y puntada a puntada ha terminado árboles como el de Notáez, de más de dos metros de altura, grande como las ganas de tejer el futuro de sus autores.