¿Una custodia vulnerable?

l ¿Qué sucede con la droga que se incauta?

–De todos los alijos que se incautan, grandes o pequeños, se extrae una pequeña porción que se envía al servicio de Inspección Farmacéutica y Control de Drogas para proceder al análisis del mismo. El resto del alijo se almacena a la espera de que se celebre el juicio.

l ¿Es seguro el sistema de almacenamiento de la droga requisada?

–No es nada seguro y ya se ha demostrado en numerosas ocasiones. La droga se ha robado de los lugares en los que permanecía guardada mientras llegaba una resolución judicial. Y esto es lo que ha pasado, por ejemplo, en el caso de Cádiz, en el que la droga estaba custodiada en un almacén de la Subdelegación de Gobierno sin apenas seguridad. Pero también ha habido robos en los depósitos de recintos policiales o en los de los cuarteles de la Guardia Civil... Mantener estos almacenes, que se ha demostrado que son inseguros es, además, caro.

l ¿Por qué sucede esto?

–Está claro que se busca el lugar más seguro para almacenar los alijos. Sin embargo, los robos suelen producirse porque, en el caso de que la droga se guarde en dependencias de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que sucede es que suele estar vigilado el perímetro exterior pero no el interior. El almacén concreto en el interior del recinto permanece sin vigilancia. Nosotros llevamos reclamando desde hace más de tres años que se ponga en marcha esta medida que ahora solicita la Fiscalía. Además, hay otro factor a tener en cuenta. Si se roba la droga que se ha decomisado, se tiene que volver a iniciar una investigación y un proceso judicial para encontrar a los culpables del robo. Esto significa que se están destinando recursos para enjuiciar al narcotraficante que introdujo la droga que se incautó y, tras el robo, se tienen que destinar más recursos para encontrar a los ladrones del alijo que, en teoría, estaba almacenado en lugar seguro.

l ¿Qué se hace con los bienes decomisados por la Policía?

–Aparte de la droga, en muchas ocasiones también se hallan vehículos de gran cilindrada, camiones, dinero o incluso propiedades. Todos estos bienes pasan a disposición judicial y es cada juez, siguiendo su criterio particular, el que estima qué hacer con ellos hasta que salga el juicio. En estos almacenes los objetos se deterioran porque pueden llegar a pasar años hasta que son requeridos por los juzgados. Al final, todo depende de cada juez.