Una iglesia de Virginia permite a los feligreses asistir desnudos a misa

Una iglesia en el estado de Virginia (EE UU) permite a los feligreses que acudan a la iglesia desnudos. Esta llamativa decisión ha sido tomada por el pastor Allen Parker, el líder de la congregación de White Tail Chapel, Southampton, que explicó que la obligatoriedad de llevar ropa que hay en otras iglesias es "demasiado pretenciosa"y decidió que sus fieles debían quedar ibres de esta obligación y podían renunciar al materialismo si lo deseaban. De hecho, Parker recordó que muchos de los pasajes más importantes de la Biblia transcurren en momentos en los que los protagonistas estaban desnudos, incluida la crucifixión y la resurrección de Jesús, informa "DailyMail". En declaraciones a la CNN, Parker dijo: "Cuando Jesús nació estaba desnudo, cuando fue crucificado estaba desnudo y cuando él se levantó, dejó su ropa en la tumba y estaba desnudo. Si Dios nos hizo así, cómo puede estar mal?".

Parker ha elaborado su discurso a partir del libro del Génesis, en el que Adán y Eva fueron descritos originalmente como "desnudos"y "no se avergonzaban"por ello. Fue sólo después de que Eva comiera el fruto prohibido cuando comenzaron a ver la desnudez como algo vergonzoso y comenzaron a utilizar hojas para tapar su sexo.

La iniciativa ha tenido una gran acogida, aunque son muchos los feligreses que todavía acuden vestidos, en parte también porque estamos en invierno. Los más atrevidos muestran sus genitales, aunque otros sólo llevan el pecho al descubierto. La experiencia la cambiado a muchos, que hasta el momento no se habían planteado ser nudistas y que a partir del anuncio del párroco han decidido desnudarse y algunos confiesan que ha cambiado su forma de concebir la misa y que ahora prestan más atención a la palabra del Señor y se sienten más unidos al resto de feligreses. La idea ha calado tanto en la comunidad que ya ha habido alguna boda en la que los contrayentes han celebrado la ceemonia totalmente desnudos.

Para Parker, la desnudez es "el gran igualador", recordando a todos los reunidos en la iglesia que son simples seres humanos y que, por debajo de cualquier riqueza personal o apariencia, todos somos más o menos iguales sin ropa. "No existe la sensación de que tienes que estar mejor físicamente que el resto. Somos seres humanos, tenemos cicatrices... Tenemos lo que tenemos. Se trata de aprender a amar", dijo el pastor.