Islas Canarias
Una mujer admite que dejó morir de hambre y suciedad a su hermano minusválido
Una vecina de Telde (Gran Canaria) ha reconocido hoy en la Audiencia de Las Palmas que en 2010 dejó morir a su hermano desnutrido y abandonado en la más completa suciedad, unos hechos por los que el Ministerio Fiscal solicita que sea condenada a diez años de cárcel por homicidio.
Una vecina de Telde (Gran Canaria) ha reconocido hoy en la Audiencia de Las Palmas que en 2010 dejó morir a su hermano desnutrido y abandonado en la más completa suciedad, unos hechos por los que el Ministerio Fiscal solicita que sea condenada a diez años de cárcel por homicidio.
Su marido y su hija también han admitido ante el Jurado que juzga el caso que conocían la deplorable situación en la que se encontraba su pariente, con el que compartían casa, y que no hicieron nada por ayudarle, una conducta por la que se exponen a sendas multas de 2.400 euros cada uno por un delito de omisión del deber de socorro.
La confesión de los hechos por parte de los tres ha provocado que acusaciones y defensas hayan renunciado a todos los testigos que habían sido convocados por la Audiencia de Las Palmas a este juicio, de modo que solo han comparecido los dos médicos forenses que practicaron la autopsia de José R.C..
El médico forense Francisco Javier Tapias y el fiscal del caso, Javier Ródenas, han manifestado al tribunal que en su vida profesional nunca habían visto un cuerpo con el deterioro que presentaba el cadáver de José R.C. cuando su familia lo llevó al hospital, cuando ya solo pesaba 25 kilos. Los dos han comparado la imagen con la de los presos de un campo de concentración.
El forense ha explicado que el fallecido, que dependía de su hermana para cualquier tarea diaria, presentaba una desnutrición severa y un proceso infeccioso por la formación de úlceras que llegaban hasta el hueso.
Este proceso infeccioso le provocó un fallo multiorgánico debido al tiempo que permaneció en cama y al largo periodo que estuvo tumbado y apoyado sobre el mismo punto, ha señalado.
El fiscal ha señalado al tribunal que el fallecido, que sufría una minusvalía psíquica, falleció en unas condiciones "horrorosas".
La acusación pública ha subrayado que José R.C. perdió en pocos meses 60 kilos y que padecía tal falta de higiene y de cuidados, que incluso se le había formado una colonia de larvas de cucaracha en una úlcera de un tobillo, como así han constatado los forenses.
La principal acusada, Fabiola R.C., había asumido voluntariamente el cuidado de su hermano y cobraba la pensión de casi 1.200 euros mensuales que este tenía concedida, sin que destinase "jamás"ese dinero a su bienestar, según el Ministerio Fiscal.
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