Mascotas

Una segunda vida para la gata embadurnada de pegamento

Casi sin poder caminar Un trabajador de un polígono de Alcobendas rescató a la felina

Una segunda vida para la gata embadurnada de pegamento
Una segunda vida para la gata embadurnada de pegamentolarazon

Casi sin poder caminar Un trabajador de un polígono de Alcobendas rescató a la felina.

Llena de pegamento y casi sin poder caminar. Así se encontró un trabajador de un polígono de Alcobendas a una gatita de tan solo un mes y medio o dos de vida. Estos hechos ocurrieron la semana pasada en la Comunidad de Madrid. El empleado «descubrió a la pequeña gata por el recinto sola y sin poder casi caminar por culpa de todo el pegamento que tenía tanto en las patas como desde el cuello para abajo», explica David Pinto, vicepresidente de la Brigada de Defensa Animal, una asociación dedicada a la denuncia de maltrato animal en la zona norte de Madrid.

Al no saber cómo actuar ante un caso así y dado el preocupante aspecto que presentaba la gata el trabajador no tardó ni un instante en llamar a esta asociación. Esa llamada fue el primer «salvavidas» para cambiar el rumbo de la que podría haber sido una muy corta existencia. Un miembro de la citada asociación se hizo cargo de la recogida en el polígono y del traslado de la pequeña a un veterinario para poder determinar el alcance del problema y subsanarlo antes de que se convirtiera en algo más grave y que la vida de la gata corriera peligro.

Tratamiento

«Según el veterinario que la trató, en un primer momento lo que parecía ese material tan pegajoso que tenía la gata por todo el cuerpo podría tratarse de un pegamento especial que se emplea para la caza de pájaros», explica el vicepresidente de Brigada de Defensa Animal. Algo que empieza a denunciarse entre las asociaciones de defensa de los animales.

La actuación de los especialistas fue la más rápida para que la gata no sufriera. El personal del centro veterinario que la trató la limpió dos veces durante el primer día con aceite para así acabar poco a poco con el pegamento adherido a su pelaje. Además, la trataron con medicamentos desparasitarios para eliminar cualquier enfermedad que pudiera tener dado el estado en el que fue encontrada.

Como era muy pequeña no podían tenerla mucho tiempo en el agua por miedo de que se pudiera morir. De modo que, después del aceite, la aplicaron un desengrasante para eliminar los restos que pudieran quedarla en su pelo. Esto supuso que la esperanza de vida de esta gata tomara otra dirección.

Tras un día en el veterinario y con su aspecto notoriamente mejorado, la asociación Brigada de Defensa Animal empleó una de las muchas casas de acogida con las que cuentan por los alrededores de Madrid para su pronta recuperación.

Estas casas de acogida son hogares de personas que desinteresadamente ofrecen calor y mimos a animales con problemas y que ayudan a que se recuperen lo antes posible, normalmente perros y gatos de alguna situación de abandono o enfermedad.

La primera a la que fue estaba en Paracuellos del Jarama. Allí permaneció durante una semana. En este momento la gata, a la que aún no le han puesto nombre, se encuentra en una casa de acogida de San Sebastián de los Reyes. Allí permanecerá hasta que encuentren a una familia de adopción definitiva que quiera y pueda hacerla feliz durante la larga vida que todavía tiene por delante.

Por el momento, ya tienen a la que podría ser la «candidata perfecta» para esta gata. Se trata de una joven que está dispuesta a adoptar a este felino para finales de agosto, hasta entonces seguirá en la casa de acogida de San Sebatián de los Reyes.

Pero si quieres ayudar, en Brigada de Defensa Animal tienen también cinco gatos más en proceso de acogida y adopción: una mamá con sus dos cachorros, Merlín un gato bueno y cariñoso, y otro felino que fue víctima de un atropello.

El maltrato de animales parece no tener límites. Pero el caso de esta gata no es el primero desgraciadamente. Esta semana saltó en los medios de comunicación el horror vivido en Rumanía: cuatro perros fueron hallados cubiertos de alquitrán y pegados sobre el asfalto. Las muestras de indignación fueron notorias en las redes sociales después de que varias ONG locales difundieran las imágenes de los cuatro canes. Las protectoras de Rumanía se muestran muy preocupadas, ante el aumento de casos de maltrato animal.

Tiempo atrás también fue noticia el caso de Pascal, un perro al que unos niños en Turquía habían embadurnado en pegamento y barro y después lo habían abandonado en una caja. Solo tenía cuatro meses. Un año antes de Pascal, se localizaron también a tres cachorros cubiertos de alquitrán en Cartagena. En definitiva, un maltrato atroz que no cesa. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) realizó durante el año 2016 más de 11.700 actuaciones contra el maltrato animal.