Cumbre de la UE

¿Una tendencia creciente?

La Razón
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l ¿Pueden interpretarse estos datos del padrón simplemente como un descenso en el número de inmigrantes?

–Las estadísticas pueden leerse de muchas formas, y todas correctas. Es cierto que la inmigración ha disminuido drásticamente. Dentro de un sistema capitalista, es el mercado el que regula las migraciones. Pero hay que matizar: en dos o tres años, muchos inmigrantes también se han nacionalizado. Por ejemplo, ya hay más de 200.000 ecuatorianos nacionalizados. Ya no aparecen en el censo, pero no significa que se hayan marchado. Además, los ayuntamientos ponen más trabas para empadronarse, lo que provoca que los inmigrantes sean más reacios. ¿Al final se han marchado muchos? No necesariamente. Cuando el Gobierno del PSOE favoreció el retorno a los países de origen, pensaban que alrededor de 100.000 podían regresar. Sin embargo, finalmente apenas fueron 10.000 los que retornaron. No se marcharon tantos como se esperaba.

l ¿Sigue llegando a España un número importante de inmigrantes indocumentados?

–Siguen llegando. Hay que tener en cuenta que en los países con menos mercado de trabajo, los inmigrantes prefieren irse a España que seguir en sus países de origen. Es cierto que la inmigración en España ha disminuido, que la crisis y la falta de trabajo han afectado, y que el desarrollo que experimenta América Latina frena las posibilidades de venir a España. Pero los inmigrantes que están aquí ya no se marchan. Tan pronto mejore la situación del mercado, vendrán en mayor medida. Ante este fenómeno, lo que tenemos que hacer es aprender a convivir con la diferencia, tanto ellos como nosotros. Los inmigrantes los vamos a tener siempre. Y aumentará su presencia, aunque no de manera exagerada.