Medio Ambiente
Uno de cada 25 asistentes a la Cumbre Climática de Brasil es un lobista de combustibles fósiles
En total, suponen más de 1.600 en las negociaciones que se están llevando a cabo, según algunas organizaciones

Uno de cada 25 asistentes a la Cumbre del Clima (COP30) de Belém (Brasil) es un lobista de combustibles fósiles, según ha denunciado este viernes la coalición de organizaciones Kick Big Polluters Out (KBPO o 'Echen a los Grandes Contaminadores). En total, suponen más de 1.600 en las negociaciones climáticas que se están llevando a cabo en la ciudad brasileña.
De hecho, la coalición ha revelado que los grupos de presión de los combustibles fósiles superan en número a casi todas las delegaciones nacionales (la gran excepción es Brasil, país anfitrión, que cuenta con 3.805 representantes). Por ejemplo, hay casi 50 lobistas por cada delegado oficial de Filipinas --país afectado por tifones devastadores-- y casi 40 por cada representante de Jamaica --que aún se recupera del huracán Melisa.
Si bien el número total de lobistas es menor que en los dos años anteriores, su proporción es mayor dado que la Cumbre del Clima de Belém (Brasil) ha contado con menos asistentes. De hecho, la coalición denuncia que esta es la mayor concentración de grupos de presión de la industria de los combustibles fósiles en una COP desde que KBPO comenzó a analizar a los asistentes a la conferencia internacional.
La organización han puesto el foco en cómo varios países del Norte Global han incluido en sus delegaciones oficiales a representantes de la industria. Por ejemplo, han señalado que Francia ha aportado 22 delegados de combustibles fósiles, cinco de ellos de TotalEnergies --entre ellos el propio director ejecutivo de la compañía, Patrick Pouyanné--. Además, han destacado que Japón ha contado con 33 lobistas entre ellos Mitsubishi Heavy Industries y Osaka Gas.
Por su parte, han indicado que Noruega ha introducido a 17 en las conversaciones climáticas, entre ellos seis altos ejecutivos de su gigante nacional de petróleo y gas, Equinor. Al margen de ello, la coalición ha incidido en que los grupos de presión de los combustibles fósiles han recibido "dos tercios más de pases para la COP30 que todos los delegados de las diez naciones más vulnerables al clima combinados (1061)".
A su vez, han criticado que la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones cuenta con 60 representantes, entre ellos delegados de los gigantes del petróleo y el gas ExxonMobil, BP y TotalEnergies. Asimismo, han indicado que unos 599 lobistas han obtenido credenciales que permiten a las personas que "trabajan entre bastidores" acceder al funcionamiento interno de las negociaciones.
KBPO ha subrayado que la de Brasil es la primera Cumbre del Clima en la que se espera que todos los participantes no gubernamentales revelen públicamente quién financia su participación y confirmen que sus objetivos individuales coinciden con los de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
"Esta información se hace pública para que todo el mundo la vea, pero no se aplica a quienes portan credenciales gubernamentales. Esto es una omisión preocupante, dado que esta investigación muestra que 164 lobistas de combustibles fósiles están obteniendo acceso a través de credenciales gubernamentales", ha advertido.
Más allá de ello, ha destacado que estos datos --y el hecho de que el número de representantes de la industria de los combustibles fósiles en las negociaciones climáticas de la ONU se haya mantenido consistentemente alto-- refuerzan la "urgente" necesidad de proteger estas conversaciones internacionales y de establecer políticas claras sobre conflictos de interés y medidas de rendición de cuentas.
La activista de la organización ecologista ecuatoriana Acción Ecológica y de KBPO, Ivonne Yáñez, ha criticado que las empresas de combustibles fósiles siguen conduciendo al mundo al "abismo climático" y ha incidido en que "los gobiernos son sus cómplices".
"Durante 30 años, las cumbres sobre cambio climático han sido el escenario ideal para que las petroleras laven su imagen, hagan negocios y encuentren nuevas formas de eludir sus crímenes ambientales. Hoy, en lugar de transitar hacia sociedades post-petróleo, quieren extraer hasta la última gota de combustibles fósiles para seguir alimentando el sistema capitalista y las guerras genocidas", ha lamentado.
Por otro lado, el responsable del Área de Clima, Energía y Movilidad de Greenpeace, José Luis García Ortega, ha admitido que la presencia del "lobby fósil" en las COP no es algo "nuevo", pero ha incidido en que no por ello deja de ser algo "muy preocupante, además de injusto". A su juicio, "es como si en una conferencia sobre el cáncer se invitase a participar a la industria del tabaco".
"Hay que cerrar las puertas a estas industrias de los combustibles fósiles y no se puede admitir que sigan condicionando las negociaciones", ha demandado.