Sucesos
El incendio de Zaragoza, que ha dejado ocho muertos, pudo ser provocado por una anciana
La investigación apunta a que el incendio de la residencia de Zaragoza, en el que han fallecido ocho personas y otras doce han resultado heridas, comenzó cuando una interna prendió fuego a un colchón de una habitación de una planta, que estaba vacía.
Todas las hipótesis permanecen abiertas a la hora de explicar el origen del fuego que en la medianoche del sábado causó la muerte de ocho ancianos e hirió a otros once en la residencia Santa Fe de Zaragoza. Según confirmaron fuentes de la Guardia Civil a este diario, todo indica que el incendio fue provocado en la primera planta por una residente, que salió de su habitación, se introdujo en un cuarto vacío y prendió fuego a un colchón. Ahora bien, todavía está por dilucidar si fue un accidente o, por contra, fue intencionado. Dos posibilidades que el Instituto Armado no descarta. En todo caso, los agentes consideran sospechoso el hecho de que esta mujer, que sería una de las residentes que resultó intoxicadas por el humo, causara el incendio en una dependencia ajena a la suya. Aún así, todavía habrá que esperar a las conclusiones de la Policía Judicial sobre este suceso, que supone el incendio más grave en un geriátrico de nuestro país de los últimos 15 años. De los fallecidos, siete de los ocho son mujeres –todos ellos murieron intoxicados por el humo–, con edades comprendidas entre los 74 y los 92 años.
Sólo una cuidadora
Los hechos ocurrieron poco antes de las 00:00 horas. Una cuidadora del centro se puso en contacto con los servicios de emergencia, al verse desbordada por el fuego. Pocos minutos después, llegaron los bomberos. Incluso los vecinos que viven en urbanizaciones colindantes de la localidad zaragozana de Cuarte de Huerva, donde se encuentra la residencia, saltaron la tapia para ayudar. Al estar algunos de los ancianos impedidos, se sirvieron de sillas de ruedas del propio centro para transportarlos. Ninguno de los residentes sufrió quemaduras, tal como demostraron las posteriores autopsias, pero muchos no pudieron sobrevivir a la inhalación de humo. Dos habitaciones quedaron totalmente calcinadas. Algunas fuentes apuntan a que los fallecidos se encontraban en la primera planta, que era en la que estaba el cuarto donde se originó el fuego. Sin embargo, fuentes consultadas por este diario no confirmaron este punto, pues todavía se está pendiente de la reconstrucción de los hechos.
Lo que también confirmaron las citadas fuentes es el hecho de que, aparte de los ancianos, sólo se encontraba esta cuidadora en el momento del suceso. Aunque estaba bien de salud, la mujer permaneció ayer en Observación del Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa, debido a que presentaba un gran estado de nerviosismo. Lo cierto es que la normativa de la comunidad autónoma de Aragón sobre ratios y titulaciones de personal especifica que en residencias de ancianos mixtas –de las 26 plazas disponibles en el centro Santa Fe, nueve como máximo son para dependientes– «el índice total de personal del centro/total de camas en funcionamiento no será inferior a 0,30». Es decir, un cuidador por cada tres residentes, aproximadamente. Además, tal y como anunció el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, Urbanismo investigará las condiciones de la residencia, sobre todo si cumplía toda la normativa municipal en materia de seguridad, apertura e instalaciones.
«Estas residencias con personas impedidas o con discapacidad requieren por ley de sistemas de detección de incendios para la alerta temprana de posibles conatos», explica a LA RAZÓN Carlos Novillo, presidente de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB). El experto señala además que la Norma Básica de Autoprotección «obliga a disponer de un plan de autoprotección» para que, «con los recursos propios de la residencia», se pueda «acometer la extinción del conato de incendio y la evacuación de la residencia». Por supuesto, estos planes «requieren de una formación y entrenamiento del personal a cargo de los ancianos para acometer estas acciones» hasta que lleguen los profesionales. Así, difícilmente se puede llevar a cabo un plan de emergencia si sólo se cuenta con un cuidador en la residencia.
Al cierre de esta edición, cuatro de los doce heridos continuaban ingresados en centros hospitalarios de Zaragoza, mientras que el resto fueron reubicados en el centro para la tercera edad de Alfamén. De los que permanecían hospitalizados, uno permanece en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Miguel Servet y otros dos se encontraban en el Hospital Provincial «Nuestra Señora de Gracia».
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