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Motor
¿Cuál es la velocidad ideal para ahorrar gasolina? Evita quemar combustible y recorre más kilómetros
Técnicas efectivas para optimizar el rendimiento del motor y gastar menos en cada viaje

El precio de los combustibles continúa siendo un factor importante para el bolsillo de muchos conductores.
Aunque en los últimos años se ha estabilizado tras la crisis energética y la inflación, llenar el depósito sigue representando un gasto considerable. Por este motivo, la eficiencia al volante se ha convertido en una prioridad para los usuarios.
Reducir el consumo no depende únicamente del tipo de combustible o del tamaño del motor. La forma de conducir, el mantenimiento del vehículo y, sobre todo,la velocidad a la que se circula, tienen un impacto directo en el gasto de gasolina.
La velocidad y su efecto en el consumo
La velocidad influye directamente en la cantidad de energía que el motor necesita para mover el vehículo. A mayor velocidad, la resistencia aerodinámica aumenta y el motor debe trabajar más, lo que se traduce en un consumo superior.
Sin embargo, conducir demasiado lento también puede ser contraproducente, ya que obliga a usar marchas cortas y mantener el motor en un régimen ineficiente.
Por tanto, la clave está en encontrar un punto intermedio que permita mantener la estabilidad del vehículo y optimizar el rendimiento del motor.
El rango ideal según la DGT y los expertos
La DGT indica que reducir la velocidad en carretera puede disminuir significativamente el consumo de combustible. Por ejemplo, pasar de 120 km/h a 100 km/h puede suponer un ahorro notable.
La velocidad más eficiente para reducir el consumo de combustible se encuentra entre 90 y 100 km/h. En este rango, el motor funciona en su punto de par óptimo, con una combustión más estable y un esfuerzo mecánico moderado.
Conducir a 110 km/h en lugar de 100 km/h puede aumentar el consumo en torno a un 9 %, mientras que a 120 km/h el gasto puede crecer hasta un 30 % en comparación con circular a 90 km/h. Por tanto, mantener una velocidad constante dentro de ese rango no solo reduce el consumo, sino que también ayuda a disminuir las emisiones contaminantes.

Otros factores que influyen en el gasto
Para mantener bajo el consumo, se recomienda aplicar técnicas de conducción eficiente:
- Utilizar la marcha más alta posible, siempre que el motor no pierda fuerza.
- Mantener una velocidad constante y evitar aceleraciones o frenadas bruscas.
- Conducir en el rango de revoluciones ideal (entre 1.500 y 3.000 rpm en la mayoría de motores).
- Evitar exceso de peso o elementos que generen resistencia, como cofres de techo o ventanas abiertas a alta velocidad.
- Mantener los neumáticos con la presión recomendada y el vehículo bien revisado.
Estas medidas combinadas pueden representar un ahorro de entre un 10 % y un 20 % en el consumo total de combustible.
Factores externos: tipo de vía y condiciones de tráfico
El entorno también influye en el gasto. En trayectos urbanos, donde hay semáforos, tráfico denso y paradas frecuentes, es más difícil mantener la eficiencia, incluso a bajas velocidades. En cambio, en carreteras secundarias o autopistas con tráfico fluido, mantener el rango de 90-100 km/h resulta más efectivo.

Además, las pendientes o el viento en contra obligan al motor a trabajar más, lo que incrementa el consumo incluso si se mantiene la misma velocidad. Ajustar la conducción a las condiciones de la vía ayuda a mantener la eficiencia.
Más kilómetros por litro
Adoptar una velocidad moderada y un estilo de conducción eficiente no solo reduce el gasto económico, sino que permite recorrer más kilómetros con el mismo combustible.
Esto también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que disminuye las emisiones de CO₂ y el desgaste mecánico del motor, lo que a largo plazo reduce los costes de mantenimiento.
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