Los veterinarios estallan contra «Presvet», la nueva imposición del Gobierno

«Imagina que tu mascota tiene fiebre, deja de comer y está decaída. Corres al veterinario esperando respuestas rápidas. Pero, en lugar de recibir tratamiento inmediato, te encuentras con retrasos porque la normativa de medicamentos exige trámites burocráticos interminables antes de poder administrar un antibiótico que podría salvarle la vida».

Este es el resumen que hace el colectivo «Veterinarios Unidos» de la situación actual que se vive como consecuencia de la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023. Esta norma regula la medicación de los animales, concretamente su distribución, prescripción, dispensación y uso. Sin embargo, su aplicación ha generado el levantamiento de una profesión que se siente vapuleada por las autoridades y que reivindica que se les trate como lo que son: profesionales veterinarios con conocimientos suficientes a la hora de administrar un tratamiento.

Y es que esta nueva norma supone la puesta en marcha del sistema «Presvet», una plataforma en la que los veterinarios tienen que declarar los antibióticos que administran. El objetivo es aumentar el control sobre este tipo de medicamentos y evitar las resistencias contra los mismos. Sin embargo, y tal y como denuncian desde el sector, el funcionamiento del sistema tiene muchas incompatibilidades con el ejercicio de la profesión.

«Entendemos la necesidad de garantizar un uso responsable de los antibióticos, como hemos venido haciendo, asegurándonos de dosificar correctamente según el peso y las necesidades específicas de cada paciente, evitando sobrantes innecesarios y minimizando las resistencias», explican desde Veterinarios Unidos, agrupación que ya ha reunido 4.000 firmas de veterinarios colegiados para mostrar su desacuerdo con la implementación de Presvet. Y es que, según añaden, «la actual legislación no solo no nos ayuda en el ejercicio de la tremenda responsabilidad que supone tratar con antibióticos, sino que entorpece la misma, anula nuestro criterio clínico y, a la larga, va a impedir que numerosos pacientes puedan ser correctamente tratados».

En señal de protesta, veterinarios de todas las comunidades autónomas cerrarán sus centros a las 11:00 horas del día de hoy, a la espera de poder reunirse con las autoridades.