Ley Trans

Vía libre para la reasignación de género para los mayores de 16 años

Entra en vigor la Ley Trans que pone fin a los requisitos médicos y judiciales para cambiar la identidad de género

Desde hoy, los españoles de más de 16 años podrán cambiar su nombre e identidad de género (hombre o mujer) en el Registro Civil sin ningún requisito más que el deseo expreso del solicitante. El BOE publicó ayer la Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, conocida como Ley Trans, la cual fue aprobada por el Congreso el pasado 16 de febrero.

De este modo cambia completamente el mecanismo que hasta ahora era necesario para proceder al cambio de género. No se exigirán condiciones médicas, a diferencia del modelo actual que obligaba la presentación de un informe que diagnosticara disforia de género y demostrar que se llevaba más de dos años en proceso de hormonación. Así, los mayores de 16 años podrán hacerlo sin el permiso de nadie (ni tutor legal ni informes médicos), aquellos entre los 14 y los 16 años deberán contar con el consentimiento de sus progenitores y los que deseen registrar este cambio entre los 12 y los 14 años deberán aportar un aval judicial.

En el caso de que un menor no cuente con el consentimiento de estos, se nombrará un defensor judicial para resolver el conflicto. El límite, por lo tanto, a partir del cual no se permitirá el proceso de reasignación de genero será para los menores de 12 años, pero sí podrán modificar su nombre para ajustarlo al género con el que se identifican.

La decisión del mayor de 16 años deberá ser ratificada por el solicitante tres meses después, mientras que la Administración tendrá un mes más de plazo. Es decir, el proceso durará unos cuatro meses como máximo.

La nueva ley también recoge la posibilidad de que una persona trans pueda solicitar regresar a su género original de la misma manera que lo pidió. En el caso de que quisiera modificarlo por tercera vez, entonces tendría que pasar por un juez, quien dirimiría si hay visos de un fraude de ley. Desde el Ministerio de Justicia aseguraron a Europa Press que el Registro Civil «ya está preparado para llevar a cabo este cambio de legislación, ya que estas medidas ya se aplican de forma similar en 15 autonomías que tienen su propia Ley Trans».

El camino hasta llegar a la aprobación de esta ley impulsada por el Ministerio de Igualdad no ha sido sencillo. Se ha exhibido un fuerte rechazo tanto desde el ámbito político como social. De hecho, ha suscitado sonados encontronazos en el seno de la coalición de Gobierno ya que hay importantes representantes socialistas que han afirmado que con esta ley diseñada por Irene Montero se diluye completamente el género y genera serios problemas . Carmen Calvo ha sido una de sus principales detractoras, que llegó a afirmar que esta ley «puede destrozar la potente legislación de igualdad de nuestro país» y que supone un «retroceso».

Este nuevo texto modifica el aprobado en 2007 durante el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que exigía para el cambio registral al menos dos años de hormonación y un diagnóstico médico que acreditara una disforia de género.

Según informa EP, un total de 1.306 personas modificaron su sexo en el Registro Civil en 2022, el año en que se registró un mayor número de este trámite, por detrás de 2021 y que cuatro veces más que los cambios registrados en 2012. Como dato comparativo, en los años 2004 y 2005, se registraron en España tres cambios de sexo respectivamente, mientras que en 2006 este trámite fue realizado en el Registro Civil una sola vez. Fue a raíz de la ley de Zapatero cuando comenzó el ascenso.

Más allá del la medida más polémica de esta nueva ley, lo cierto es que recoge otros aspectos positivos de protección al colectivo LGTBI. Por ejemplo, incluye medidas como la filiación de los hijos de parejas lesbianas sin que estas deban estar casadas. Además, las mujeres solteras, lesbianas y bisexuales tendrán acceso a la reproducción asistida. También se reconoce el sexilio, que es el abandono de un pueblo o ciudad por parte de una persona del colectivo debido a la discriminación o LGTBIfobia que sufre en su entorno en dicho lugar, o se prohíben las conocidas como terapias de conversión.