País Vasco

No viene del latín: la palabra del euskera que usan los españoles a diario y no lo saben

Está presente en discursos políticos, señales de tráfico y conversaciones cotidianas, pero su origen no es romano ni griego

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No viene del latín: la palabra del euskera que usan los españoles a diario y no lo sabenistock

El español es una lengua con la que convivimos diariamente con miles de palabras sin detenernos a pensar en su procedencia. Muchas provienen del latín, otras del árabe, algunas del inglés… pero también existen términos comunes que, sorprendentemente, tienen raíces en las lenguas cooficiales de España. Uno de los casos más curiosos es el de la palabra “izquierda”, una de las pocas palabras que usamos constantemente y que no viene del latín, sino del euskera.

Tan habitual en contextos políticos, direcciones, mapas o incluso en el tráfico, es un préstamo del vasco de la palabra “ezkerra”, y su historia revela mucho más que un simple cambio lingüístico: encierra siglos de evolución cultural, superstición y prejuicios que acabaron moldeando nuestro vocabulario actual.

De “siniestra” a “izquierda”: el peso de los prejuicios

En el latín clásico, el término para indicar el lado izquierdo era sinister, una palabra que con el tiempo adquirió significados más oscuros: siniestro, maligno, desafortunado. En la antigua Roma y en muchas culturas posteriores, la izquierda era vista con desconfianza. Los zurdos eran considerados torpes o incluso malditos, y el hecho de usar predominantemente la mano izquierda podía ser motivo de corrección forzosa.

De hecho, el diccionario de la RAE aún conserva esa acepción negativa para “siniestro”: “que es funesto o aciago”. Con el paso de los siglos, esta carga negativa se convirtió en tabú. El castellano, influido por otras lenguas peninsulares y necesitado de un término más neutral, reemplazó “siniestro” por una palabra procedente del vasco: “ezkerra”, que significa simplemente “lado izquierdo” sin connotaciones oscuras.

¿Cómo se integró “ezkerra” en el castellano?

El filólogo Antonio Tovar, uno de los grandes estudiosos de las lenguas prerromanas, explicaba que la palabra ezker pudo derivar de “esku oker”, mano torcida o defectuosa, aunque otros estudiosos proponen que procede de “esku erdi”, media mano, una forma quizás eufemística o funcional de referirse a una mano no dominante.

Este término vasco no solo fue adoptado por el castellano, sino también por otras lenguas vecinas. En catalán, “esquerra” significa lo mismo y suena claramente emparentada. En el gascón, un dialecto occitano hablado en el suroeste de Francia, también encontramos “esquèrra” con igual significado. Estas coincidencias fortalecen la hipótesis de una raíz común en las lenguas prerromanas de los Pirineos.

La influencia del euskera en el español está documentada en numerosas palabras. Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), al menos 95 términos castellanos tienen raíces vascas. Algunos ejemplos bien conocidos son boina, pizarra, chamarra o zamarra, cencerro, chabola... Sin embargo, pocas de ellas tienen un uso tan extendido y cotidiano como “izquierda”.

La historia de cómo “izquierda” sustituyó a “siniestra” no es sólo una cuestión lingüística: es también cultural. Es una muestra de cómo el lenguaje se adapta, incluso a situaciones culturales como, en este caso, una superstición; y coge prestamos de cualquier lengua. A pesar de que muchos piensan que el término que hoy los españoles usamos a diario viene del latín, es una muestra de la riqueza que tiene España lingüísticamente.