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Zmapp: ¿De dónde viene? ¿A dónde va?

La Razón
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¿Qué es? ¿De dónde viene? ¿A dónde va? Las tres grandes preguntas ante cualquier desconocido rigen también para ese misterioso fármaco llamado comercialmente Zmapp, el suero milagroso que debía haber salvado la vida de Miguel Pajares y que ahora no ha podido estar a disposición del misionero Manuel García Vallejo. Simplemente, está agotado. Sólo sabemos dar respuesta certera a la primera pregunta. Zmapp es el nombre comercial de un combinado de varios anticuerpos monoclonales generados por transgénesis a partir de una planta del tabaco. Cuando se inyectan favorecen la creación de defensas en el cuerpo contra el virus del ébola. En algunas pruebas de laboratorio ha demostrado una efectividad del 100 por 100 en monos siempre que se inocule pocas horas después de la infección. De las sietes personas de las que se tiene constancia que lo han recibido, cinco han sobrevivido. El padre Miguel Pajares y un médico liberiano tratado fallecieron. Averiguar de dónde viene Zmapp es algo más complicado. La empresa que lo produce asegura que ha distribuido ya todas las dosis que tenía en «stock» y que no se podrá contar con más suministro seguro hasta, al menos, finales de este año. En teoría se habían fabricado cerca de 20 dosis. Siete personas han sido tratadas. El tratamiento estándar requiere tres dosis aunque algunas personas han recibido sólo dos e incluso una. Hace unas semanas se anunció que las últimas 12 dosis disponibles en los laboratorios de la empresa fabricante habían sido enviadas a África. La utilización de este medicamento a pesar de no haber sido probado clínicamente es posible en virtud de algunos acuerdos que existen entre organizaciones no gubernamentales y gobiernos para el uso compasivo o de emergencia de algunas drogas. En teoría, las dosis recibidas por el padre Pajares estaban en Ginebra para su uso en investigación y llegaron a España gracias a la labor intermediadora de la Organización Mundial de la Salud y Médicos Sin Fronteras. Así lo declaró nuestro Ministerio de Sanidad, pero tanto el organismo internacional como la ONG han negado su participación en el caso Pajares. La última cuestión aún desconcierta más: ¿A dónde han ido las dosis fabricadas? La empresa que lo produce no da detalles de los envíos, sólo ha reconocido enviar 12 dosis a África tras la presión internacional para que el medicamento llegara al foco de la enfermedad. Es difícil creer que la compañía haya agotado todas las existencias con este envío, que no haya dejado reservas biológicas para seguir trabajando con ellas, que los gobiernos como el de Estados Unidos y Canadá (que han apoyado financieramente el producto) no se hayan reservado «stocks» para sus ciudadanos y que las organizaciones investigadoras internacionales no estén trabajando con dosis de laboratorio. Pero lo cierto es que Zmapp no será enviado, de momento, a España otra vez.