Restringido

Spiderman araña otra vez

La primera parte recaudó más de 540 millones. Llega a los cines la segunda parte de la saga protagonizada por Andrew Garfield, en la que su director, Marc Webb, profundiza en el humor del superhéroe y su relación con Gwen Stacy, interpretada por Emma Stone

El estreno de la película, rodada en Nueva York, se convirtió en un acontecimiento en EE UU
El estreno de la película, rodada en Nueva York, se convirtió en un acontecimiento en EE UUlarazon

«Es duro ser Peter Parker, pero es una gozada ser Spiderman». Andrew Garfield, en una declaración casi obvia sobre el superhéroe que le ha tocado interpretar, resume eficazmente esta segunda parte de la saga que, una vez hechas las presentaciones, profundiza en la faceta más compleja del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko. «Parker tiene los mismos problemas que tenemos todos: las chicas, el dinero... Pero cuando se pone el traje, se siente libre», añade el actor. Libre para, también, profundizar en el sentido del humor. El propio director, Marc Webb, lo confiesa: «Queríamos aportarle a esta nueva entrega un punto más juguetón, más divertido. Cuando lees los cómics, saltan a la vista sus golpes de humor y sus respuestas, su gracia, su amenidad. Todo ello explica parte de su atractivo y son motivos por los que tantos aman a Spiderman», añade el realizador.

Cuestión de ética

Su empeño por defender a los ciudadanos neoyorquinos lo llevará directamente a enfrentarse con la empresa más poderosa de la ciudad, Oscorp, que es, además, la empresa para la que trabajó en su día su padre y sobre la que recaen las sospechas de su desaparición. «Tanto Spiderman como Peter se enfrentan al momento más arriesgado de sus vidas: Spiderman, porque se enfrenta a enemigos que han unido fuerzas en su contra, y Peter, por las decisiones que toma, las promesas que quiere mantener y sus consecuencias», asegura el productor, Matt Tolmach. He aquí donde aparece la dimensión social de todo cómic de superhéroes. Oscorp fue creada con el único propósito de investigar una cura para Norman Osborn, que padece una terrible enfermedad. Pero la ética de Osborn dista de ser aceptable; no le temblará el pulso a la hora de cometer las mayores atrocidades para favorecer a su empresa.

No es Osborn sólo quien le pondrá difíciles las cosas al hombre araña; Electro y el Duende Verde también se las verán con él. Sus motivaciones son distintas y el objeto de su odio, también. «Son dos hombres diferentes: uno odia a Spiderman y el otro, a Peter Parker. Quieren matar a la misma persona por motivos diferentes. Por eso forman un equipo», dice Alex Kurtzman, uno de los guionistas. Jamie Foxx se une al reparto como Electro, algo que él define como «una experiencia inolvidable. Recuerdo la primera vez que pisé el set y vi a Andrew con su traje. Para mí, fue un momento único en la historia. Hemos hecho algo que a la gente realmente le importa. Es parte de nuestro tejido, de nuestra cultura. Eso significa mucho para mí, por lo que me tomé muy en serio interpretar a Electro; quise convertirme en un adversario formidable», comenta el actor.

La relación del hombre araña con Gwen Stacy (que vuelve a ser interpretada por Emma Stone) será la fuente de muchas dudas. Peter prometió al padre de Gwen en su lecho de muerte que se alejaría de ella para protegerla. Sin embargo, a ambos les une un vínculo que no parece tan fácil de romper. «Éste debería ser un momento bonito en la vida de Gwen: es la mejor de su clase, está a punto de ingresar en la Universidad de Columbia, le han ofrecido estudiar en Oxford... pero, además, llora la muerte de su padre e intenta encontrar su camino con Peter, que tiene sus propias dificultades», asegura Emma Stone. «Peter es un chico enamorado de una chica. Y cuando Gwen tiene la oportunidad de cumplir un sueño de toda la vida, Peter tendrá que hacer frente a una dura verdad que todos podemos comprender: a veces, la parte más difícil de amar a alguien es dejarle marchar», añade Webb.

La historia de Gwem Stacy interesó a director y productores porque, en cierta manera, supone un punto de inflexión en la historia: «Nos hemos tomado alguna libertad creativa, pero los cómics son nuestra fuente de inspiración. El 121 de «Amazing Spiderman» es uno de los fascículos más profundos del cómic por el impacto que tiene en la vida de Peter Parker. El destino de Gwen está directamente relacionado con las decisiones del héroe. Gracias a esa historia, los cómics pudieron darle un giro más complejo y, a partir de ahí, le dimos un tono más shakesperiano y operístico al filme», termina el director, que tiene el reto por delante de al menos igualar los 544,4 millones de euro que recaudó con la primera parte de esta saga y de superar las cifras de la anterior franquicia de Spiderman, la dirigida por Sam Raimi, que se movió acerca de los 579 millones por película.

Un duende verde con «licencias»

El encargado de dar vida al mítico Duende Verde es Dane Dehaan («Cruce de caminos»): «Hemos presenciado muchas versiones del Duende dentro del cómic. Realizamos una labor de investigación para entender cómo se convirtieron dichos personajes en el Duende, y qué era exactamente. Sentimos la responsabilidad de honrar el material y hacerlo nuestro. Aunque nos permitimos algunas licencias, era fundamental que existiera el homenaje a los elementos clásicos del Duende que todos amamos y conocemos», asegura el actor, que, aunque no fue la primera opción que manejaron, los convenció al instante: «Es totalmente original y singular. Nos cautivó», aseguró el director.