Tutankamón un primo cercano
La génetica nos acercó al chimpancé y ahora, a Tutankamón. La primera opción hizo realidad la peor pesadilla de los creacionistas, que todavía no han asumido que provienen del mono. La segunda ha realizado ese sueño infantil de ciertos sustratos sociales de pertenecer a una estirpe real.