Un experimento fallido
En un campo vacío, Zidane jugó con cuatro delanteros, empezó ganando, el Legia remontó y Kovacic evitó que el desequilibrio de la alineación le pasase más factura.
En un campo vacío, Zidane jugó con cuatro delanteros, empezó ganando, el Legia remontó y Kovacic evitó que el desequilibrio de la alineación le pasase más factura.