Un Pirineo sin nieve
La cadena montañosa perderá hasta un 50% de espesor de nieve en 2050, y para finales de siglo, la acumulación disminuirá hasta en un 78%, según un informe elaborado por más de cien científicos. Es un ejemplo del cambio irreversible que se está produciendo en este territorio, el último en el que quedan glaciares activos de la Península Ibérica.