Estalla el debate en las redes por la posible inclusión de las lenguas cooficiales en el Congreso: “Yo no necesito traductor, ¡que lo paguen ellos!”
Esta medida ya se intentó impulsar en el Senado sin éxito y tenía un coste inicial de 950.000 euros, tal y como calculó Junts. Esto triplicaba el presupuesto para traducciones y transcripciones dotado para la Cámara Alta.