«Tengo un problema Antonio se ha caído en el baño»
Amanda viste chándal ajustado, tiene un chiuaua y esconde sus ojos tras una grandes gafas doradas. Resulta que esta joven, a la que se le adivina mucha calle tras sus espaldas, vio el cuerpo sin vida de Antonio Puerta el martes por la noche. Ella no vive en el número 35 de la calle General Varela de Madrid, pero sí muy cerca. Una amiga de Amanda recurrió a ella cuando se percató de que algo le pasaba al agresor de Jesús Neira.