Teatro
Verónica Forqué: «Solo un hijo gay te va a querer de verdad»
La intérprete estrena en los Teatros del Canal «Las cosas que sé que son verdad», una continuación de la exitosa «Cuando deje de llover», de Andrew Bovell y Julián Fuentes Reta
Vuelven a juntarse dos nombres de éxito: Andrew Bovell y Julián Fuentes Reta. Lo hicieron con «Cuando deje de llover» y el resultado, además de los aplausos, fueron los Max de 2015 a la Mejor Obra Teatral, Dirección y Actriz Secundaria. Ahora lo hacen dentro del Festival de Otoño con otra pieza firmada por el dramaturgo australiano, «Las cosas que sé que son verdad», que en palabras del director es «un retrato complejo de los mecanismos de la familia desde el punto de vista de cuatro hijos».
Si el primer montaje reflejaba un paisaje macro, global, el nuevo texto se centra en un mundo mucho más pequeño, «micro», explica Fuentes Reta: «Es como si cogiéramos una rebanada de “Cuando deje de llover” y nos centramos en los cambios dentro de una familia actual de clase media». La familia en el centro de una trama, que define como «un mastodonte», en la que se abordan temas de género, de identidad y de ecología y se recuerda la lucha de clases, pero en la que, sobre todo, este núcleo de seis personas (padre, madre e hijos) se convierte en el vehículo «con el que hablamos de las cosas no elegidas». Tensiones entre padres e hijos y entre hermanos que buscan redefinir las relaciones entre ellos.
En el jardín de la casa se lleva a cabo la metáfora material del trascurso de las cuatro estaciones, a través de las cuales se condensará el crecimiento y el cambio de cuatro hermanos que no buscan más que ser sí mismos, lejos de las expectativas que pusieron en ellos sus progenitores: “Es lo que intentamos todos los padres, que hagan lo que queremos. Pienso que es una de las neurosis de las familias”, cuenta antes del estreno de hoy Verónica Forqué (la madre de la pieza).
Así lo dice Bob (Julio Vélez) en la obra: «Esperaba que nuestros hijos fueran una versión mejorada de nosotros». Subir la categoría de un mecánico y una enfermera en busca de miras más altas. Pero, en palabras de Forqué, «cada uno, como es normal y como tiene que ser, hace lo que quiere. Hay que experimentar por sí mismo y en contra de lo que te digan los demás. Ya te pueden decir mil veces “deja de fumar, deja a tu novio o córtate el pelo” que da igual, si no quieres, no vas a dar el paso». Y continúa la actriz: «Conviene escuchar siempre y estar abierto, pero igual de importante es tener criterio propio».
Lo dice una Forqué que habla desde la propia experiencia: «Sufrimos. Tengo una hija a la que adoro, pero hay una reflexión en la obra que es cierta, que es cuando se habla de qué pasa cuando tu hijo o hija no te gusta... Hay cosas que no compartes, pero, sin embargo, los amas. Hay que dejarlos volar». Se apoya la intérprete en una frase de su psicoanalista en la que afirma que «las hijas, cuanto más cerca de sus madres, más lejos están del mundo» porque la «relación madre-hija es lo más difícil que hay», cuenta. «Por eso, como decía mi madre, hay que tener un hijo gay porque son los únicos que te quieren de verdad», ríe.
Son este tipo de relaciones del día a día las que «Las cosas que sé que son verdad» abordará durante las dos semanas que ocupará la Sala Verde del Canal. Después llegará una gira por toda España: «Bilbao, San Sebastián, Burgos, Sevilla, Galicia...», enumera Forqué, «menos a Cataluña», puntualiza: «Es así y lo tengo que decir. Es curioso, lo hablamos todos los compañeros. No vamos. Mira que he hecho giras y llevo toda la vida en esto. No vamos allí porque no nos llevan. Solo he ido dos veces a un teatro en un polígono de Cornellá. Habría que preguntar a los programadores de allí por qué, sabiendo que también hay público para el teatro en español, es así. Pero es el tema de siempre: no les interesamos, aunque a mí sí me interesa lo que hacen ellos”, zanja.
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