Confesiones

Bill Gates, fundador de Microsoft, y su relación con el alcohol: "Me emborraché con whisky barato, vomité y dormí en la sala de profesores"

La autobiografía del cerebro de Windows confirma, en un ejercicio de sinceridad, que hasta los genios pueden tener momentos de "tierra, trágame"

Es una de las muchas anécdotas que cuenta en su nuevo libro
Es una de las muchas anécdotas que cuenta en su nuevo libroReuters/Unsplash

¿Te imaginas al genio detrás de Windows con aliento a whisky barato, la camisa manchada de vómito y durmiendo la borrachera en su propia escuela? Esta imagen choca bastante con el Bill Gates pulcro y calculador que todos conocemos, pero ahí está la magia de Source Code: My Beginnings, su primer libro de memorias, que vio la luz el pasado mes de febrero.

En las páginas de esta autobiografía hay mucho más que reflexiones técnicas sobre su relación con la programación y la tecnología: se esconden infinidad de anécdotas, y una de las más jugosas nos lleva directamente al verano del 72, cuando un trago maldito con Paul Allen, su amigo de la infancia y el otro gran cerebro de Microsoft, casi termina en desastre.

Así fue la primera vez que Bill Gates se emborrachó: con un escocés barato y junto a Paul Allen

Más allá de compartir su pasión por la programación, Allen, dos años mayor que él, fue una figura influyente en la vida de Gates durante su adolescencia, animándolo a explorar nuevas dinámicas sociales. Entre otras cosas, empezar a beber y a coquetear con otras sustancias, como la marihuana y el LSD. A día de hoy, el filántropo atribuye estos comportamientos al contexto social de la época y a su deseo de impresionar a las chicas.

Pues bien, Gates y Allen tenían 17 y 19 años, respectivamente, cuando se encontraban aquella tarde de verano en la sala de computación de la Lakeside School de Seattle, trabajando tranquilamente en un proyecto de informática. Entonces, el que sería unos años más tarde su socio, tuvo la brillante idea de sacar unabotella de escocés cutre como si fuera un trofeo y animar a Gates a darle un trago.

"Empezó con un escocés barato que Paul llevó a la sala de computación. Me emborraché por primera vez, tanto que vomité y me desmayé esa noche en la sala de profesores de Lakeside"

Bill Gates

Este momento, que él mismo relata con una mezcla de humor y vergüenza, fue la primera vez que se emborrachó. Spoiler: como toda primera borrachera que se precie, acabó fatal. Según cuenta en su libro Source Code: My Beginnings, la bebida le sentó fatal y acabó no solo vomitando, sino desmayándose en la sala de profesores de esta elitista escuela.

La experiencia dejó a Gates con una aversión permanente al whisky, bromeando en entrevistas posteriores con que todo lo que hizo fue culpa de Paul y de Jimi Hendrix, el guitarrista y cantante estadounidense. A pesar de estos excesos, reconoce que ese momento le marcó tanto que desde entonces su consumo de alcohol ha sido moderado y esporádico, y nunca ha llegado a convertirse en una parte habitual de su vida social o profesional.

Gates confiesa que sintió una presión tremenda ese verano, pues la universidad había depositado en él la confianza de elaborar un programa de horarios a tiempo, y no podía soportar la sensación de que, si fracasaban, la culpa sería suya. Esta anécdota, que él presenta más como una lección, además de resultarnos divertida, sirve para humanizar a una figura icónica de la tecnología.