Cine
Dónde ver el clásico de los 2000 que todavía nos sabemos de memoria, y que acaba de estrenar su secuela en cines
Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis protagonizan (ahora por segunda vez) la comedia que marcó a toda una generación
En 2003 todavía íbamos al videoclub, los móviles tenían antena y Lindsay Lohan era la reina absoluta de las comedias adolescentes. Y entonces llegó esa peli de Disney que convirtió una galleta de la fortuna en la excusa perfecta para el caos: madre e hija intercambiando cuerpos y vidas durante un día que, por supuesto, a ambas se les hace eterno.
Todo empezó con una novela juvenil de Mary Rodgers, pero detrás de la cámara fue Mark Waters -un año después volvería a dirigir a Lohan en Chicas malas- quien supo exprimir al máximo una idea bastante sencilla, y darle un ritmo de comedia que no ha envejecido ni un poquito. El duelo interpretativo entre Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan es oro puro, y el resultado fue un éxito que todavía hoy mantiene el encanto (88% de valoraciones positivas de los críticos en la web de reseñas Rotten Tomatoes), por ello se han lanzado a la piscina con su secuela, en cines desde el pasado viernes.
¿Y si mañana te despertases siendo tu madre, y viceversa?
Tess Coleman (Jamie Lee Curtis), una prestigiosa psiquiatra viuda, que intenta equilibrar su exigente trabajo con los preparativos de su boda con Ryan (Mark Harmon). Por otro lado, tenemos a su hija Anna (Lindsay Lohan) de 15 años, quien sueña con triunfar en su banda de rock mientras lidia con las tensiones del instituto y suspira en secreto por Jake (Chad Michael Murray). Entre discusiones por la ropa, la música a todo volumen y el concurso musical que coincide con la boda, su relación está a punto de saltar por los aires.
Pero todo cambia tras una cena en un restaurante chino, cuando una misteriosa anciana les da unas galletas de la fortuna que se acaban comiendo, y al amanecer, sucede lo impensable: Tess y Anna despiertan en el cuerpo de la otra. De repente, Tess debe sobrevivir a un día de clases, exámenes sorpresa y amistades adolescentes llenas de drama, mientras Anna se enfrenta a la agenda repleta de su madre: atender a pacientes con problemas emocionales, tomar decisiones profesionales de peso y mantener a raya a su revoltoso hermano pequeño (Ryan Malgarini).
Antes de ir al cine a ver su secuela, titulada Ponte en mi lugar de nuevo, nunca viene mal ponerse un poco nostálgico revisando la original: 'Ponte en mi lugar'. Para disfrutar de ella, lo único que necesitar es estar suscrito a Disney+, la plataforma de streaming de Walt Disney Company, y escasos 96 minutos, que es lo que dura.