Inteligencia Artificial

Giro radical en la guerra de la IA: China, obligada a rendirse a NVIDIA para crear su modelo más potente

La autonomía tecnológica china para la IA sufre un revés: DeepSeek fracasa al intentar entrenar su modelo más potente usando chips HUAWEI

The Icons for the smartphone apps DeepSeek and ChatGPT are seen on a smartphone screen in Beijing, Tuesday, Jan. 28, 2025.
The Icons for the smartphone apps DeepSeek and ChatGPT are seen on a smartphone screen in Beijing, Tuesday, Jan. 28, 2025. Andy WongAP

La carrera por el dominio de la inteligencia artificial global no solo se juega en los laboratorios de Silicon Valley, sino también en las intrincadas fundiciones de semiconductores. En un tablero geopolítico cada vez más fragmentado, la autonomía tecnológica se ha convertido en la obsesión de potencias como China, que busca desesperadamente reducir su dependencia de Occidente.

Sin embargo, esta búsqueda de independencia a menudo choca con la cruda realidad de la tecnología de vanguardia. Las ambiciones de Pekín de crear ecosistemas de hardware y software completamente autóctonos se enfrentan a desafíos técnicos monumentales, especialmente cuando hablamos de la infraestructura necesaria para entrenar los modelos de IA más avanzados.

En este escenario, la reciente noticia sobre DeepSeek, uno de los gigantes chinos en desarrollo de IA, resuena con una fuerza particular, revelando las grietas en el muro de autosuficiencia que China se esfuerza por construir.

El tropiezo de DeepSeek: la cruda realidad de los chips chinos en la IA

DeepSeek parecía tenerlo todo preparado para lanzar su prometedor modelo de IA R2 antes de verano, una señal clara de la fuerza china en este campo. Sin embargo, su apuesta por utilizar chips de HUAWEI para el entrenamiento del modelo resultó en problemas técnicos persistentes, forzando un cambio de estrategia en el último momento según apuntan desde Financial Times.

Al final, la compañía se vio obligada a recurrir a hardware de NVIDIA para el entrenamiento, relegando los chips de HUAWEI al rol de la inferencia, una tarea menos exigente. Este giro inesperado demuestra hasta qué punto el entrenamiento de IA a gran escala sigue siendo un terreno dominado por los gigantes estadounidenses.

La decisión inicial de DeepSeek no fue caprichosa. La administración china ha ejercido una presión considerable sobre sus empresas tecnológicas para que adopten componentes y software nacionales, un movimiento estratégico para mitigar el impacto de las severas restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos. Esto significa que mientras las empresas occidentales disfrutan de la última generación de procesadores de NVIDIA, las compañías chinas a menudo se ven limitadas a versiones menos potentes o a alternativas de fabricación local, lo que ralentiza inevitablemente su progreso.

A pesar de las adversidades, HUAWEI ha demostrado una resiliencia sorprendente en el sector de los semiconductores, avanzando en su capacidad de producción contra todo pronóstico. Su éxito en el desarrollo de chips ha sido, sin duda, impresionante en estas condiciones, y muchos esperaban que esto se tradujera en una verdadera independencia.

No obstante, el fiasco de DeepSeek R2 subraya que, aunque HUAWEI ha logrado pasos agigantados en la fabricación de chips, aún existe una brecha considerable en la capacidad de sus procesadores para manejar las exigencias computacionales extremas del entrenamiento de modelos de IA de última generación. Este incidente es una llamada de atención sobre las limitaciones actuales de la tecnología china en un ámbito tan crítico.