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Hollywood en pie de guerra contra Sora, la app viral de OpenAI: "es explotación, no innovación"

Hollywood se planta. Las grandes agencias, junto a gigantes como Disney, acusan a la herramienta de vídeo Sora de explotación y le declaran la guerra por los derechos de autor,

Hollywood, Los Ángeles, California
Hollywood, Los Ángeles, CaliforniaDreamstime

OpenAI ha tenido que dar un paso atrás. La compañía detrás de la controvertida, a la par que exitosa en cuanto a descargas, herramienta de generación de vídeo Sora se ha visto forzada a implementar una serie de "barreras de protección" técnicas en su software.

El objetivo es impedir la creación de imágenes de personajes conocidos o de obras protegidas por derechos de autor, una rectificación que llega tras una enorme presión y que incluye la eliminación de los vídeos ya generados que incumplían estas condiciones. Son las primeras medidas para calmar los ánimos en un conflicto en el que Zelda Williams, hija de Robin Williams, dejó clara su postura durante los últimos días.

La reacción de la firma tecnológica responde a la ofensiva lanzada por la industria del entretenimiento en Estados Unidos, que ha formado un auténtico frente común contra lo que consideran una amenaza existencial.

Un frente común para proteger la propiedad intelectual

Las principales agencias de talento de Hollywood, desde gigantes como CAA o United Talent Agency (UTA) hasta WME, han acusado a la empresa que dirige Sam Altman de una total indiferencia hacia los derechos de los creadores y sus representados, entre los que se encuentran las mayores estrellas del cine mundial. En el centro de la polémica se sitúa el modelo operativo inicial de la tecnológica, que, según informa el medio CNBC, funcionaba con un sistema de exclusión voluntaria.

En la práctica, esto permitía a la herramienta utilizar cualquier propiedad intelectual a menos que su titular solicitase expresamente lo contrario, una política que los estudios y agencias han calificado como una flagrante explotación de su trabajo y que ha disparado todas las alarmas en el sector.

Por este motivo, la Motion Picture Association (MPA), la gran patronal que representa a los principales estudios de cine, instó a OpenAI a detener lo que describen como una clara infracción de los derechos de autor. Lo que está en juego no es poco: es el futuro de la creación de contenidos y la protección de los activos más valiosos del sector, como la imagen de los actores o las obras registradas que generan miles de millones.

Asimismo, la ofensiva no se ha quedado en meras declaraciones. La agencia WME, por ejemplo, ha exigido formalmente a OpenAI que excluya a todos sus clientes de la plataforma para proteger su propiedad intelectual de forma proactiva. A este movimiento se ha sumado un coloso como Disney, que ha remitido una carta a la empresa en la que le prohíbe explícitamente el usode sus personajes y obras, advirtiendo que no se siente en la obligación legal de tener que solicitar su exclusión.