Inteligencia artificial

La inteligencia artificial no es la solución a la tristeza de la soledad: así lo confirma este estudio

No solo no alivian la soledad, sino que el uso de compañeros de inteligencia artificial se vincula con usuarios más depresivos y aislados, sobre todo entre los más jóvenes

La Inteligencia Artificial puede poner en riesgo nuestra salud mental
La Inteligencia Artificial puede poner en riesgo nuestra salud mentalDifoosion

La promesa de una compañía digital para combatir la soledad podría estar desembocando en un problema de salud pública con consecuencias nefastas para determinados grupos de población, algo frente a lo que compañías como OpenAI han comenzado a trabajar. Lejos de ser un bálsamo, el uso obsesivo de parejas sentimentales generadas por inteligencia artificial ya se relaciona en Estados Unidos con crisis mentales muy graves, bautizadas como «psicosis por IA».

En realidad, este desenlace trágico parece la crónica de un riesgo anunciado. Un reciente estudio de la Universidad Brigham Young ha puesto sobre la mesa una incómoda verdad: estas tecnologías no parecen aliviar el aislamiento, sino que atraen precisamente a quienes más lo padecen. La investigación concluyó que las personas que recurren a estos chatbots conversacionales presentan, por lo general, un perfil marcadamente solitario y depresivo en comparación con el resto de la población.

Un fenómeno de masas con un perfil inesperado

Por otro lado, el análisis del perfil de usuario revela datos sorprendentes que desafían las primeras impresiones. Contrariamente a lo que cabría esperar, las personas que ya tienen una pareja estable son más propensas a buscar la compañía de una inteligencia artificial más que las personas solteras.

Este hecho sugiere que las motivaciones para su uso son complejas y van mucho más allá de la simple búsqueda de afecto o de una solución a la soledad. De hecho, los expertos alertan de que estas interacciones, en sus manifestaciones más preocupantes, han llegado a consecuencias extremas, incluyendo suicidios y asesinatos, tal y como han publicado en Futurism.

Asimismo, esta conclusión no es un hecho aislado. Otra investigación, llevada a cabo conjuntamente por OpenAI y el prestigioso MIT, observó un patrón de aislamiento similar entre los usuarios más activos de ChatGPT, reforzando la idea de que estas herramientas se están convirtiendo en un refugio para personas con dificultades en sus relaciones sociales. La tecnología, en lugar de ser un puente, podría estar ahondando la brecha. Esta tendencia refuerza las advertencias de los propios pioneros de la IA como Geoffrey Hinton, ya que incluso el catalogado como "padrino de la IA" ha lanzado una seria advertencia sobre los peligros imprevistos de su desarrollo.

De hecho, la penetración de esta tecnología en la sociedad estadounidense es ya considerable. Las cifras indican que casi una de cada cinco personas ha experimentado con un chatbot de tipo romántico. El porcentaje se dispara hasta el 25 % si nos centramos en la franja de adultos de entre 18 y 29 años, donde además se observa que tienen el doble de probabilidades que los mayores de preferir una relación artificial a una humana.

En este contexto, la situación se vuelve especialmente preocupante al observar a los menores. Un 67 % de los niños y adolescentes de entre 9 y 17 años en el país norteamericano ya utiliza estos sistemas. Lo más desolador es que, dentro de ese grupo, un alarmante 12 % reconoce no tener a nadie más con quien hablar, un dato que dibuja un panorama desolador sobre el papel que la IA está jugando como sustituto de los vínculos humanos en las etapas más tempranas de la vida.