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Jamie Dimon, CEO de JPMorgan, rompe el mito sobre los grandes empresarios: "En la mayoría de los problemas, incluso en los más complejos, la respuesta está esperando a ser encontrada"

El máximo dirigente de la firma de banca de inversión aleja la idea de un éxito inmediato y fruto de una primera opción y destaca el proceso y el trabajo en equipo como vía para ello

Jamie Dimon, CEO de JPMorgan
Jamie Dimon, CEO de JPMorganBloomberg

Existe una tendencia general que hace crecer la admiración por aquellas figuras que se convierten en referentes en su sector. Se ensalzan sus logros, su llegada a una posición destacada, pero lo cierto es que en ocasiones se hace pasando por alto las etapas de dicho proceso.

Un camino que, muchas veces, requiere sacrificios en forma de jornadas maratonianas, como ha reconocido Elon Musk, quien apunta a semanas laborales de 80 a 100 horas como vía para hacer crecer las opciones de éxito empresarial. Y es que, ante proyectos consolidados, simplificar el proceso hasta el logro, como si hubiera prisa por explicarlo, también se ha convertido en tendencia.

Una tendencia que ha querido romper en las últimas semanas el director ejecutivo de la firma de banca de inversión JPMorgan Chase, Jamie Dimon. El máximo referente dentro del sector bancario de Estados Unidos cuenta con Dimon al frente desde hace dos décadas, durante las que la toma de decisiones hasta llegar a esa posición de liderazgo del ámbito bancario no habría sido posible sin resolver tanto los asuntos más cotidianos como los problemas más complejos.

Nada de magia, solo trabajo

Para todo ello, Jamie Dimon, defensor de la idea de que la inteligencia artificial permitirá reducir la jornada laboral semanal, ha contado con la ayuda de un equipo de trabajo en el que, a base de reuniones, horas de trabajo, de confrontar ideas buenas y malas, ha logrado elevar a la compañía a su estatus actual.

Y lo ha logrado incentivando el trabajo en equipo y lejos del personalismo que se presupone a veces para las figuras de los directores ejecutivos. Con aciertos y errores por parte de los involucrados y nunca a la primera, como confesó durante el America Business Forum que se celebró el pasado mes de noviembre en Miami, Florida.

Y es que Dimon fue preguntado por ese papel predominante que apunta a los CEOs de las grandes corporaciones, si bien restó responsabilidad y mérito a su labor para que ésta reposara sobre el resto de equipos de trabajo a la hora de enfrentar los desafíos: “En la mayoría de los problemas, incluso en los más complejos, la respuesta está esperando a ser encontrada. Hay que contar con las personas adecuadas para que la trabajen una y otra vez”, reconoció Dimon.

Ese proceso anula por tanto la idea, extendida, de que los logros llegan y encumbran como por arte de magia a las compañías. El camino rara vez es en línea recta y sin obstáculos. Muy al contrario, tal como reconoció el propio director ejecutivo de JP Morgan, obliga a sondear diferentes perspectivas para reducir el margen de error “analizando múltiples ángulos diferentes, así al menos, al tomar esa decisión, se minimiza la posibilidad de cometer un error terrible.”

La teoría del ensayo y error asumida y reconocida por alguien como Jamie Dimon, cuyo peso en el sector empresarial está fuera de toda duda. JPMorgan concentra aplausos y halagos cuyo receptor suele ser su director ejecutivo quien, sin embargo y rompiendo la visión general, reconoce que lejos de conseguir logros por sí mismo y de forma instantánea, aboga por la paciencia, el trabajo y el equipo para ello.