Productividad

Marc Andreessen, inversor tecnológico, apunta a una consecuencia del aumento de la producción gracias a la inteligencia artificial: "Todo lo que cuesta 100 dólares se venderá por un céntimo"

El debate sobre la inteligencia artificial divide a los gurús tecnológicos: desde un futuro con precios de un céntimo hasta la desaparición de la mitad de los trabajos administrativos en apenas un lustro

Marc Andreessen, inversor tecnológico y cofundador de Andreessen Horowitz
Marc Andreessen, inversor tecnológico y cofundador de Andreessen HorowitzYouTube

El debate está servido en los círculos tecnológicos de todo el mundo. La irrupción de la inteligencia artificial ha abierto una profunda brecha entre quienes vaticinan una era de prosperidad laboral sin precedentes y quienes, como Sam Altman, alertan de una destrucción masiva de empleo.

Dos corrientes de pensamiento que chocan frontalmente y que dibujan un futuro laboral incierto, condicionado por la velocidad a la que esta nueva tecnología se integre en el tejido productivo.

En el lado optimisma de esa balanza que no para de bailar hacia uno y otro lado se encuentra el multimillonario y experto en inversiones tecnológicas Marc Andreessen, quien augura un aumento de la productividad gracias a la capacitación extra de las personas y el soporte (que no reemplazo) que supondrá la inteligencia artificial para buena parte del tejido productivo y empresarial.

La habilidad personal como factor decisivo

Esta revolución en el empleo se enmarca en un contexto económico potencialmente disruptivo. El inversor Marc Andreessen va un paso más allá y teoriza sobre un escenario de "hiperdeflación" que abarataría los precios de forma radical. Lo hizo durante su intervención a comienzos de octubre en el pódcast Cheeky Pint que dirigen y presentan John Collison y Charlie Songhurst.

En ella, el argumento del cofundador de la firma de capital riesgo Andreessen Horowitz se ciñó a un aumento masivo de la productividad, que provocará una caída en picado de los costes, hasta el punto de que productos que hoy cuestan cien dólares podrían llegar a valer un solo céntimo: "El precio de los servicios empresariales se desplomará y las cosas que hoy cuestan mucho dinero de repente serán baratas o gratuitas", expuso Andreessen.

No obstante, el propio Andreessen quiso matizar que esta transición no será necesariamente sinónimo de desempleo masivo. Desde el punto de vista del inversor, los mensajes que alertan de destrucción de empleo son "una gran falacia económica". Frente a ello Marc Andreessen considera que los progresos servirá más para amplificar las capacidades humanas que para sustituirlas por completo.

Como consecuencia de ese aumento de potencial laboral se dará según Andreessen un incremento en la productividad, lo que traducido al mercado implicará una rebaja en el precio de los productos: "Todo lo que cuesta 100 dólares se venderá por un centavo", vaticinó en caso de un aumento desorbitado de la producción.

En su opinión, la eliminación de puestos de trabajo se verá frenada en profesiones fuertemente reguladas o en sectores protegidos por licencias, sindicatos o la propia estructura del funcionariado, que actuarán como barreras de contención frente a un cambio demasiado brusco.