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Nueva actualización en Google Maps que afectará a todos los conductores que usen la aplicación

La popular app de navegación da un paso más hacia la conducción asistida con una función que permitirá a los usuarios “ver” la carretera casi como un copiloto inteligente

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Nueva actualización en Google Maps que afectará a todos los conductores que usen la aplicaciónFreepik

Google Maps vuelve a reinventarse. Lo que nació como un simple mapa digital hace casi dos décadas se ha convertido en una plataforma de movilidad global, y su última actualización promete marcar un antes y un después para millones de conductores. La compañía ha anunciado la llegada del “Indicador de Carril en Tiempo Real”, una función impulsada por inteligencia artificial y cámaras integradas en los vehículos que permitirá a la aplicación reconocer el carril exacto por el que circula el coche y guiar al conductor con una precisión inédita.

La actualización, que debutará primero en Estados Unidos y Suecia antes de expandirse a otros países, representa el intento más ambicioso de Google por integrar sus servicios de navegación con la inteligencia artificial generativa y los sistemas avanzados de asistencia al conductor.

De los mapas planos a la conducción inteligente

Hasta ahora, Google Maps se apoyaba casi exclusivamente en los datos de GPS y cartografía para ofrecer rutas y tiempos estimados. Pero esa tecnología tenía un límite: en autopistas con múltiples carriles o salidas consecutivas, incluso una pequeña desviación podía generar confusión y errores en tiempo real.

El Indicador de Carril en Vivo busca resolver esa debilidad. Gracias a la IA Gemini, el modelo de lenguaje y visión de Google, y a la lectura de las cámaras frontales del vehículo, el sistema podrá identificar en qué carril está el coche, detectar la señalización horizontal y prever cuándo es necesario cambiar de carril para tomar una salida o evitar un atasco.

Google lo ha descrito en su blog oficial como “un copiloto visual y contextual que transforma la navegación en una experiencia más natural”. En palabras de la compañía, se trata de un “antídoto de IA contra la navegación tediosa”.

Cómo funcionará la nueva herramienta

El funcionamiento será automático. Si el vehículo circula, por ejemplo, por el carril izquierdo y la aplicación detecta que la próxima salida se encuentra a la derecha, el sistema emitirá alertas visuales en pantalla y mensajes de voz sincronizados para recomendar el cambio de carril con antelación.

Estas indicaciones estarán acompañadas de una vista 3D del entorno, con animaciones en tiempo real que mostrarán el tráfico y la posición del coche. Además, en los modelos compatibles, la función se integrará con Android Automotive, el sistema operativo nativo que ya equipan vehículos de marcas como Polestar, Volvo y Renault.

El Polestar 4, el SUV eléctrico de la marca sueco-china, será el primer coche en estrenar esta tecnología. Según explicó Sid Odedra, jefe de experiencia de usuario de la compañía, en declaraciones a The Verge, “esta función reducirá el estrés del conductor y aumentará la seguridad, ayudando a anticipar maniobras sin distracciones”.

La primera fase de implementación se centrará en autopistas y autovías, donde la señalización es más regular y las decisiones de cambio de carril son cruciales. Google afirma que su sistema puede interpretar la información de la carretera en milisegundos, incluso con condiciones meteorológicas adversas.

Los datos recopilados por los vehículos servirán además para mejorar el mapa global en tiempo real, una estrategia que ya se emplea en servicios como Waze, también propiedad de Google.

Desde la compañía aseguran que el uso de cámaras y sensores no vulnera la privacidad de los usuarios, ya que las imágenes no se almacenan ni se asocian a cuentas personales: solo se procesan de forma temporal para mejorar la navegación.

Un paso más hacia la conducción autónoma

Aunque Google no lo presenta como un movimiento hacia el coche autónomo, los analistas tecnológicos lo interpretan como una pieza clave en la evolución del ecosistema de conducción asistida. Según TechCrunch, esta integración entre el software de Google Maps y los sensores del vehículo “acerca a la compañía al terreno que ya exploran fabricantes como Tesla o Mercedes-Benz, donde el coche interpreta el entorno casi en tiempo real”.

La propia Google ha dejado entrever que en futuras versiones el sistema podrá ajustar rutas automáticamente en función del tráfico de carril, algo que hasta ahora solo podían hacer los sistemas de navegación internos de los vehículos más avanzados.

A falta de una fecha exacta para su llegada a Europa, la actualización promete cambiar la manera en que millones de conductores interactúan con Google Maps. Dejará de ser una simple guía con flechas para convertirse en un asistente visual, capaz de entender la carretera, anticipar movimientos y evitar errores que pueden costar tiempo o incluso seguridad.

La navegación del futuro ya no solo dirá “gire a la derecha en 200 metros”, sino también “prepárese para cambiar de carril”. Y, con ello, Google da un paso más en su carrera por convertir la inteligencia artificial en copiloto universal.