Trabajo

Sam Altman, CEO de OpenAI y padre de ChatGPT: "En el corto plazo, la IA va a destruir muchos empleos"

Para el director ejecutivo de OpenAI existe un riesgo que afecta a la pérdida de empleos en las primeras fases de implantación de la inteligencia artificial en distintos ámbitos laborales

Sam Altman, cofundador de OpenAI
Sam Altman, cofundador de OpenAIBloomberg

Las implicaciones del desarrollo de los asistentes movidos por inteligencia artificial se dejan notar poco a poco en el ámbito laboral. Empresas como Accenture están tomando la decisión de prescindir de empleados en pleno proceso de reconversión hacia un mundo en el que la capacitación en inteligencia artificial será fundamental.

Hasta que dicha tecnología logre estabilidad y consolidación (si es que esto sucede), hay quienes tratan de poner la venda antes de que se produzca la herida. Uno de ellos es Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y uno de los máximos exponentes en el nacimiento y evolución de ChatGPT, su popular asistente conversacional.

Para Altman, no hay semana en la que no haya tanto situaciones que celebrar, como el éxito del lanzamiento de la aplicación de generación de vídeos Sora, como aspectos incómodos que comentar sobre la inteligencia artificial, como la posible destrucción de empleos que pueda llevar aparejada su irrupción, algo que no rehúye.

Reducción de empleos en primera instancia por la inteligencia artificial

El CEO de OpenAI acudió al espacio que Mathias Döpfner, director general del grupo de medios Axel Springer, estrenó en YouTube bajo el título "MD Meets", en el que busca reunir, en conversaciones en un ambiente sencillo, a los máximos exponentes de la actualidad general.

Para su primer episodio, Döpfner contó con Sam Altman para hablar de los riesgos de la guerra impulsada por la inteligencia artificial, su papel para los medios de comunicación y para el mundo laboral en general, algo en lo que el dirigente de OpenAI mostró sentimientos contrapuestos.

Son muchos los protagonistas en dicho campo que señalan un riesgo potencial para los empleos, y Sam Altman no quiso minimizar las consecuencias y lo que puede suceder en los próximos años con el despliegue de la IA a nivel profesional: “A corto plazo, la IA destruirá muchos empleos. A largo plazo, como con cualquier otra revolución tecnológica, supongo que descubriremos nuevas maneras de hacer las cosas”, expuso Altman.

Un impacto inicial que va a repercutir, según el pronóstico del impulsor de ChatGPT, en un descenso de personas activas a nivel laboral y que debería tener su corrección, en mayor o menor medida, conforme se asiente el panorama general tras el tsunami inicial que vaticina Sam Altman.

Desde su punto de vista, la recuperación vendrá, en parte, protagonizada por aquellos empleos que se basan en la cercanía y la humanidad. Trabajos y funciones en las que exista una motivación de ayudar a los demás serán aquellos que puedan volver a tirar del empleo para recuperar terreno frente a la inteligencia artificial.

Lo cierto es que la incertidumbre reina en este momento sobre lo que puede suponer el desembarco definitivo de la inteligencia artificial para los empleos. Su implantación, más sencilla en unos sectores y más compleja en otros, exige atención y una necesidad de actualización y adaptación para evitar que el escenario planteado por Sam Altman implique un desequilibrio social.