
Descubrimientos
El tesoro español que conmocionó a la ciencia: viene del espacio
Las nuevas técnicas de análisis permiten a los equipos investigadores efectuar pruebas con las que confirmar lo que hasta el momento no era más que una sospecha

Los hallazgos arqueológicos suponen una emoción extraordinaria para los equipos que trabajan durante largos periodos de tiempo hasta dar con algo de lo que tan solo había indicios. Cuando además esos descubrimientos parecen tener una relevancia histórica todavía mayor, la importancia de lo encontrado se multiplica.
Así le ocurrió al equipo liderado por Salvador Rovira-Llorens, que dadas las sospechas que le planteaba la datación de algunos de los objetos encontrados en lo que se conoce como Tesoro de Villena en 1963, impulsó en 2023 nuevas pruebas para acotar su origen, obteniendo resultados sorprendentes y que los ubican en una franja cronológica anterior a la considerada para el resto de los útiles.
Hierro procedente de meteoritos
Rovira-Llorens, quien fuera jefe de conservación del Museo Arqueológico Nacional de España publicó un nuevo estudio en el que, tras analizar dos de las piezas del yacimiento situado en la provincia de Alicante, llegó a la conclusión de que pueden ubicar su cronología en algún momento del Bronce Tardío, anterior al inicio de la producción de hierro terrestre. Este hallazgo significa que, las dos piezas en cuestión, pueden estar hechas con metal procedente de fragmentos de meteorito que contenían este metal, demostrando lo mucho y muy valioso que hay en el espacio.
Los dos objetos en cuestión son un brazalete y una semiesfera hueca, localizadas en la excavación inicial que se llevó a cabo en 1963. El valor de las piezas allí presentes, entre las que se encontraban elementos de oro de la Edad de Bronce, un total de 66, está más en la procedencia de su materia prima que en el valor en sí de ellas. Y esto, hablando de un hallazgo que se considera una de las muestras más relevantes de orfebrería de la Edad de Bronce en el continente europeo es mucho decir.
Para un experto como Salvador Rovira-Llorens, el aspecto ferroso de las dos piezas en cuestión apuntaba a un origen particular. Y es que la Edad de Hierro no comenzó en la Península Ibérica hasta el año 850 a.C y los materiales auríferos del resto de piezas se han datado entre 1.500 y 1.200 a.C, de ahí la complejidad para su ubicación cronológica.
Como quiera que sea que la corteza terrestre no es la única fuente de hierro maleable y que existen otras piezas arqueológicas halladas y con análisis que respaldan mayor presencia de níquel en la composición de las piezas realizadas con mineral de hierro procedente de meteoritos, el equipo optó por llevar a cabo ese mismo análisis con esas dos piezas del conjunto del yacimiento del Tesoro de Villena.
La espectrometría de masas para determinar su composición arrojó un resultado claro: la cantidad de níquel era más elevada y por tanto los resultados sugieren que tanto el brazalete como la semiesfera están hechas con hierro meteorítico, estableciendo así un periodo para su fabricación alrededor de 1400 a 1200 a.C.
La conclusión del propio equipo investigador en su estudio acota perfectamente la época: "Los datos disponibles sugieren que el capuchón y el brazalete del Tesoro de Villena serían actualmente las dos primeras piezas atribuibles al hierro meteorítico en la Península Ibérica, lo que es compatible con una cronología del Bronce Final, anterior al inicio de la producción generalizada de hierro terrestre". Un nuevo hito al que han ayudado los avances en materia de análisis, que siguen dando a la ciencia la oportunidad de conocer mejor el pasado.
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