Guerra por la piratería

Vuelve LaLiga, y, con ella, los bloqueos de webs que no tienen nada que ver

La guerra contra la piratería ha conseguido bloquear muchas webs que efectúan retransmisiones ilegales de la competición, pero también otras tantas completamente ajenas

Te mostramos dónde ver toda LaLiga 25-26
Te mostramos dónde ver toda LaLiga 25-26Movistar

La competición presidida por Javier Tebas comienza la temporada al igual que como la empezó: bloqueando webs que no tienen nada que ver. Las principales operadoras españolas están cortando el acceso a cientos de direcciones IP, sean de webs de fútbol o no, por orden de LaLiga.

El objetivo es frenar la piratería de los partidos de fútbol. No obstante, existe un grave problema: los bloqueos no son selectivos. Cuando LaLiga ordena el bloqueo de una web que retransmite partidos de forma ilegal, resulta posible que también se vean afectadas otras que se alojan en conexiones cercanas. Mientras tanto, los precios de ver el fútbol de forma legal vuelven a subir otro año más.

Los daños colaterales de la guerra contra la piratería

Javier Tebas quiere acabar con la piratería. El presidente de la competición deportiva más seguida de España está inmerso en una cruzada contra las retransmisiones ilegales. Por ello, ha comenzado una campaña titulada 'Tú tienes fútbol pirata, ellos te tienen a ti'. Mediante ella, busca concienciar a los usuarios de los potenciales peligros de emplear servicios de retransmisión ilegales.

Sin embargo, junto a esta estrategia de concienciación, ha lanzado otra activa. Exige a las operadoras que bloqueen las webs o servicios que emiten partidos piratas. El problema es que, en el proceso, también vetan otras webs que no tienen nada que ver.

Esto se debe a que ciertas webs comparten la misma dirección IP. Empresas alojadoras de páginas web, como Cloudflare, una de las grandes enemigas de LaLiga, se encargan de alojar páginas web. En ciertas ocasiones, dotan a varias webs de una misma dirección IP porque sería demasiado costoso que cada una tuviese una propia. Por ello, al bloquear cierta dirección, otras también quedan bloqueadas.

Una de las empresas más importantes en alojamiento de páginas web es la anteriormente mencionada Cloudflare. Desde hace meses, está enfrentada a LaLiga por los bloqueos. La competición la acusa de proteger a webs de pornografía infantil, narcotráfico o retransmisión de partidos pirata, al ponerlas junto a direcciones IP de webs legítimas, para que estas actúen de escudo humano.

La estrategia de cada operadora

Dicho esto, cada operadora en España aplica los bloqueos de LaLiga con su propio estilo. Según recoge BandaAncha, una de las webs más importantes especializadas en operadoras, las compañías emplean estrategias distintas.

Movistar y O2 usan un método llamado "blackhole". Cuando un usuario intenta entrar en una IP bloqueada, la petición se pierde en el vacío, como si esa web no existiera. A veces, en lugar de ese “silencio”, muestran un código HTTP 451. Este mensaje significa que la página no está disponible por motivos legales, dejando claro que no se trata de un fallo técnico sino de una orden judicial.

Además, Movistar ha empezado a bloquear también direcciones en IPv6. Este es el sistema más moderno de direcciones de internet, creado para sustituir al antiguo IPv4, que se estaba quedando sin combinaciones posibles. Al extender los bloqueos a IPv6, alcanzan más webs y servidores que antes se libraban.

En el caso de Vodafone y MásOrange, su enfoque cambia según el tipo de conexión. Si la web funciona con HTTP (el protocolo clásico sin cifrado), muestran un aviso al usuario informando de que el acceso ha sido bloqueado por orden judicial. No obstante, si la página usa HTTPS (la versión cifrada y más segura, la que casi todas las webs tienen hoy), la conexión simplemente se queda colgada y no aparece ningún mensaje.

¿Y ahora qué?

Lo que se espera en los próximos meses es que los bloqueos de LaLiga se conviertan en algo habitual cada fin de semana. LaLiga cuenta con respaldo judicial hasta 2027, por lo que seguirá actualizando en tiempo real las direcciones a las que los operadores deben cortar el acceso. En la práctica, esto significa que cada jornada de liga habrá un despliegue de bloqueos que afectará a miles de usuarios, sean o no aficionados al fútbol.

El gran problema es que este sistema funciona de manera muy general, como si para evitar que un vecino hiciera ruido se cerrara la puerta de todo el edificio. De esta forma, no solo desaparecen las páginas pirata de fútbol, también servicios y webs legales que nada tienen que ver. Ese daño colateral está provocando que levanten la voz asociaciones de internautas, empresas tecnológicas y colectivos en defensa de los derechos digitales, además de grandes pérdidas económicas.