Yuval Noah Harari, historiador y experto en tecnología: "La IA es como un inmigrante digital"

Las épocas de avances tecnológicos lo son también de miradas al pasado, de retos que en su momento otra generación tuvo que afrontar y vivir. Aun sin darnos cuenta, sucede que la tecnología, esa que en ocasiones vemos tan compleja y tan lejana, se asemeja más de lo que pensamos a situaciones cotidianas y nos puede poner en más peligro que otras cuestiones.

Cuando eso pasa, solo es necesario que una persona ponga sobre la mesa una comparación y una explicación. Tras ello, lo que parecía no tener relación alguna resulta que sigue un camino paralelo. Esto ha sucedido con dos de los temas capitales de los últimos años: la inteligencia artificial y la inmigración.

Los tres retos compartidos

Quien ha realizado y explicado la semejanza entre ambas cuestiones es el filósofo e historiador israelí Yuval Noah Harari. La formación y carrera de Harari le han llevado a destinar buena parte de su tiempo al estudio de la evolución de la historia y a las equivalencias que, salvando las distancias, ha habido en cada momento del avance temporal.

Fruto del éxito de algunas de sus obras como Sapiens: de animales a dioses, Harari cuenta con un reconocimiento internacional que hace que incluso medios como The Wall Street Journal quieran contar con él en actos tan importantes como las charlas del Instituto de Liderazgo del WSJ que organiza el medio estadounidense. Fue precisamente en ese marco donde Harari el pasado 11 de junio hizo una reflexión que llamó la atención del público: la semejanza de la inteligencia artificial con la inmigración.

Conocedor como es de la situación internacional y de las cuestiones que preocupan tanto a gobiernos como a población, Yuval Noah Harari expuso en el acto del periódico económico estadounidense cómo de parecidas son las dudas que pueden arrojar inmigración e inteligencia artificial. Primero, el escritor israelí apuntó las tres preocupaciones principales de la gente con respecto a la inmigración: en cuanto al trabajo, al apartado cultural y a la posibilidad de cambiar las agendas políticas.

Lo curioso llegó cuando Harari sacó a la palestra acto seguido el tema de la inteligencia artificial y pidió reflexionar sobre qué tres cuestiones preocupan a las personas sobre las consecuencias que puede tener la IA: “Ahora bien, podemos pensar en la revolución de la IA simplemente como una ola de inmigración de millones de inmigrantes digitales que quitarán empleos a la gente, que tienen ideas culturales muy diferentes y que podrían intentar obtener algún tipo de poder político”, detalló de forma meticulosa y desde su posición de experto Harari.

Para hacer más hincapié en dónde puede estar el peligro entre una cuestión y otra, Yuval Noah Harari apuntó cómo se produce la llegada de uno y otro a los entornos de las civilizaciones del primer mundo:

“Estos inmigrantes digitales, no necesitan visas, no cruzan el mar como un barco destartalado en medio de la noche; llegan a la velocidad de la luz”

Así las cosas, la reflexión final de Yuval Noah Harari invita a pensar de una manera diferente en cuanto a la inteligencia artificial mostrando que suscita las mismas preocupaciones que un tema central para los gobiernos como la inmigración. Y es que, en ocasiones, tal como ha defendido el escritor israelí en más ocasiones, el foco apunta en una dirección que hace desviar la vista de los verdaderos problemas que se deben afrontar, como en este caso el control sobre el avance de la inteligencia artificial.