Ciencia y Tecnología

1973 - 2016: hay más personas con móvil que con váter

El ingeniero Martin Cooper está considerado el padre del teléfono móvil. Fue la primera persona que hizo una llamada de móvil en público el 3 de abril de 1973
El ingeniero Martin Cooper está considerado el padre del teléfono móvil. Fue la primera persona que hizo una llamada de móvil en público el 3 de abril de 1973larazon

El 3 de abril de 1973 se realizó la primera llamada por teléfono móvil.

«Probablemente fue una de las cosas más peligrosas que he hecho en mi vida: cruzar la 5ª Avenida mientras hablaba por teléfono». Quien recuerda esto es Martin Cooper y razón tenía para afirmar esto que hoy nos parecería normal. La llamada fue hecha el 3 de abril de 1973 y el teléfono desde el cual hablaba, el primer móvil de la historia, pesaba poco más de 1 kilo, medía 23 centímetros de largo, su batería apenas duraba 30 minutos y tardaba 10 horas en recargarse.Todo ello por el módico precio de más de 8.000 euros al cambio actual.

En aquel entonces Cooper era ingeniero de Motorola y a quien primero llamó fue a un «rival», Joel S. Engel, de los Laboratorios Bells, una empresa que desde 1947 perseguía la telefonía móvil y sólo había logrado incorporarla a vehículos, mientras que el dispositivo de Cooper permitía llevarlo en la mano...si se soportaba el peso. Hoy, 43 años después, el Max Canvas Silver, le pasaría desapercibido en comparación: pesa apenas 97 gramos.

Tras aquella famosa llamada, Motorola tuvo que esperar casi una década de luchas contra regulaciones y patentes para lanzar al mercado su producto, uno que logró reducir un poco en tamaño, peso y precio: el DynaTAC, que pesaba 790 gramos, medía 25 centímetros de largo y se vendía a unos 6.500 euros al cambio actual. En total, 3.000 personas se hicieron con él el primer año. Hacia 1990, ya habían vendido millones de esos «ladrillos», y sin ofender a nadie. La telefonía móvil fue «el» avance más rápidamente aceptado. Si fueron necesarios 35 años para que el 25% de los estadounidenses se hicieran con un teléfono fijo, 20 años para la televisión, en apenas una década, la telefonía móvil sobrepasó estas cifras. Hoy, de acuerdo a estimaciones de las Naciones Unidas, las personas con un móvil son más que las que cuentan con un váter.

Ray Kurzweill, director de ingeniería en Google, señala en su libro «La Singularidad está cerca», que el siglo XXI nos deparará el equivalente a 20.000 años de progreso, en solo cien. Si miramos hacia atrás, en los últimos 40 años, el avance es vertiginoso. Un artículo del New York Times afirma que toda la tecnología detrás de los smartphones actuales se basa en unas 250.000 patentes. Muchos motivos para juicios por propiedad intelectual.

Hace años, en una entrevista con Eugene Cernan (el último ser humano que pisó la Luna, en 1972), me aseguraba que el smartphone que tenía en la mano disponía de mayor capacidad de procesamiento que la NASA cuando lo llevó a la Luna. ¿Una exageración? En 1969, la agencia espacial de Estados Unidos utilizaba un ordenador IBM System/360 Model 75s. Tenía el tamaño de un coche, costaba casi tres millones de euros de entonces, su memoria era de casi un mega y no llegaba al millón de operaciones por segundo. Si lo comparamos con un smartphone actual, éste tiene una memoria de unos 128 GB (130.000 veces más que el ordenador de IBM) y es capaz de realizar 3.600 millones de operaciones por segundo. Ése ha sido el salto que hemos dado en poco más de 40 años.

Parece enorme, pero puede que cuatro décadas sea mucho... ¿Y si fueran 20 años? En 1996 Nokia presentó uno de los primeros smartphones del mercado. Pesaba casi 400 gramos (tres veces más que los actuales), tenía 2 MB de memoria (casi mil veces menos que los actuales), pantalla de tres pulgadas con una resolución de 160×293 píxeles, una décima parte de los disponibles hoy. Y a un precio de 1.100 euros. Obviamente no tenía cámara, algo que llegaría en el año 2000 con el Samsung SCH-V200. Este smartphone permitía tomar 20 fotos a una resolución de 0,35 MP.

Hoy las cámaras frontales (que aparecieron en 2010) más básicas tienen al menos 10 veces esa resolución. Y el Lumia 1020 llega a los 41 MP.

El futuro

¿Qué pasara en los próximos 20 años? ¿Y en los 20 siguientes? En 1973 nadie hubiera pensando, al ver aquel ladrillo de Martin Cooper, que hoy más del 80% de los habitantes del planeta tendría uno de esos. Y menos aún las prestaciones que tendrían. Por lo tanto, puestos a hacer previsiones, cualquier cosa puede suceder. Sí podemos adivinar que cada vez serán más específicos y personalizables: con sensores médicos, astronómicos, físicos o geológicos. Se convertirán en un híbrido entre mando a distancia y móvil que permitirá controlar los electrodomésticos del hogar y el coche (como en 1997 pronosticaba James Bond con su Ericsson JB988) y serán nuestra seña de identidad: adiós a documentos y pasaportes. Flexibles, baterías recargables por movimiento o energía solar y con una gran deuda saldada.

Los teléfonos inteligentes actuales ya abarcan la vista, el tacto y el oído en 20 años podrían ser capaces de estimular nuestro gusto y olfato.