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Las universidades de Estados Unidos están empezando a rastrear a sus alumnos

Si estás en clase, tu dispositivo electrónico se conectará al Wi-Fi y alertará a un sistema de monitorización de la asistencia, por el contrario, la falta de un aviso notificará al sistema que no estás.

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La polémica está servida, y es que, la cuestión está en la falta de privacidad para los alumnos de las universidades que supone el uso de la plataforma Spotter. Tal y como se define en su página web se trata de “Una plataforma automatizada de monitoreo de asistencia y alerta temprana”, cuyo objetivo es “abrir líneas de comunicación entre estudiantes, asesores y profesores para ayudar a los estudiantes a tener éxito”. Destaca ya que, a pesar de vigilan todo lo que hacen los alumnos en los centros, se presenta como una plataforma que asegura la intimidad al solo importar “si los estudiantes están en clase durante la clase; sin rastreo GPS significa que no podemos ubicarlos en ningún otro lugar”.

Y es que, aunque parezca mentira, hay universidades estadounidenses en las que ya se ha implementado. Muchas ya han integrado, invadiendo la privacidad de sus alumnos, sistemas de vigilancia y monitorización de los estudiantes a través de balizas Bluetooth y redes Wi-Fi. Esta tecnología funciona a través del uso de transmisores y receptores Bluetooth y puntos de acceso que pueden llegar a capturar hasta 6.000 puntos de ubicación por día y estudiante. Básicamente, si estás en clase, tu dispositivo electrónico se conectará al Wi-Fi y alertará al sistema de que estás en clase. La falta de una alerta notificará al sistema que no estás en clase. Pero además, avisa también si estás en la cafetería o en la biblioteca. Esto permitiría que se establezcan patrones mentales y de salud de los alumnos. Por ejemplo, si un alumno nunca va a la cafetería o al comedor puede significar que sufre un trastorno alimenticio.

En conclusión, esta medida es realmente sorprendente y polémica. Habrá que ver si va haciéndose tendencia o por el contrario la queja de los alumnos que ven vulnerada su privacidad consigue apaciguar y acabar con esta tendencia. Lo que está claro es que los alumnos de las universidades que ya lo han integrado tendrán que pensarse mucho si faltar a clase o no.