Tecnología
Facebook entra en guerra contra el COVID-19
La red social trabaja con más de 60 organizaciones que revisan contenido en más de 50 idiomas para evitar las ‘fake news’
Mientras los científicos y las autoridades sanitarias libran una guerra en contra del SARS-CoV-2, responsable de COVID-19, hay quienes intentan replegar a otro enemigo: el virus de la desinformación, que ha provocado una fiebre de bulos, sarpullidos de «fake news» y hambre de conspiraciones. Y la mayoría de estos se contagian a través de las redes.
Si bien Facebook lleva al menos dos años enfrentándose a los bulos, la llegada del virus que provoca la COVID-19 ha hecho que la necesidad de contar con información fiable sea aún mayor. Por ello, desde comienzos de marzo, la red social ha tomado la decisión de poner un aviso emergente (pop-up) cuando se publica una noticia vinculada a la pandemia. La ventana, que aparece tanto en Facebook como en Instagram, es un enlace a una página de información oficial (la OMS o los Centros para el Control de Enfermedades) sobre COVID-19. En total este sistema ha redirigido a más de dos mil millones de personas a recursos sanitarios autorizados. Pero no basta con señalar recursos alternativos a la información falsa, como se venía haciendo hasta ahora: hay que quitarla de raíz.
De acuerdo con un post que subió el propio Mark Zuckerberg a su página de Facebook, «hemos ampliado nuestra cobertura de verificación de datos a más de una docena de nuevos países y ahora trabajamos con más de 60 organizaciones que revisan contenido en más de 50 idiomas. Si una pieza de contiene información errónea que podría conducir a un daño físico inminente, entonces lo eliminaremos. Incluyendo teorías como que beber lejía cura el virus o que la distancia física es ineficaz para prevenir la propagación de la enfermedad. Hemos borrado cientos de miles de artículos de noticias falsas relacionadas con la COVID-19».
Verificación de contenidos
Para determinar que una noticia es falsa, Facebook recurre a más de 60 organizaciones certificadas por la Red Internacional de Verificación de Contenidos (International Fact-Checking Network) que son las encargadas de mostrar las pruebas que señalan una noticia como falsa «independientemente de quién la publica: una persona, una empresa, un ministerio o un estado», según nos confirman en comunicación telefónica desde la oficina de prensa de Facebook.
Lo interesante de esta noticia es que por primera vez, una red social, cuya existencia está determinada por el tráfico y la circulación de comentarios y noticias (sin importar su veracidad, su contenido o su contexto) decide cambiar el algoritmo y hacerse cargo del impacto en la salud que puede tener como plataforma. Solo falta ahora que penalice a los responsables de dichos comentarios, con las pruebas en la mano.
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