Precaución
El truco infalible para alargar la vida de la batería de tu móvil
A día de hoy, estos elementos duran mucho menos por culpa de algunos de los usos que le damos al teléfono: aprende a identificarlos
La duración de las baterías de los teléfonos móviles es uno de los problemas más frecuentes que tienen los usuarios con sus dispositivos. Y no es de extrañar, pues este elemento es el que menos avances tecnológicos ha experimentado con respecto a otros componentes de los teléfonos. “La vida media de una batería se encuentra entre 300 y 500 ciclos de carga”, señalan desde Librephonía, plataforma de venta de teléfonos reacondicionados. “Es decir, 18 meses o menos, ya que si cargamos el teléfono más de una vez al día, posiblemente a los seis u ocho meses podamos tener problemas de rendimiento”.
Los ciclos de carga son las veces que descargamos al 100% nuestros smartphones. “En las nuevas baterías de ion-litio, éstos se contabilizan de forma modular. Es decir, si gastamos un 25% del 100%, cargamos el terminal al 100% y volvemos a gastar un 25%, el total del ciclo de carga es del 50% con lo que nos quedaría otro 50% del ciclo. De tal modo que un ciclo de carga se puede llevar acabo en varios días, lo que supone un pequeño avance ya que la carga por tramos hace que las baterías aguanten más el desgaste diario”.
Según los análisis realizados, las baterías deberían durar, aproximadamente, entre 3.000 y 4.000 ciclos. Sin embargo, no es habitual llegar a estas cifras porque, a partir del 20% de uso de estos ciclos de carga, suele verse afectado el rendimiento del teléfono, no sólo en la duración sino también en la estabilidad del sistema del dispositivo. Por ejemplo, si la batería tiene que entregar cuatro voltios para que el terminal funcione correctamente y entrega 3.8 voltios, éste comenzará a fallar con errores de reinicio, bloqueos, temperatura excesiva... Así, y con el objetivo de mejorar el rendimiento de nuestras baterías, Librephonía ha recogido seis recomendaciones y trucos que nos permitirán alargar su duración.
Carga el teléfono sin usarlo
El calor es excesivamente malo para la batería. Si cargamos el teléfono mientras lo usamos estamos forzando al dispositivo a hacer un uso cercano al 100%, lo que genera mucho calor interno que perjudica la batería. En este sentido, hay que recordar que los teléfonos no tienen elementos activos de ventilación como puede ser la refrigeración por ventilador o líquida, en el caso de los ordenadores, por lo que si a este calor interno le sumamos la funda de protección, el calor difícilmente podrá disiparse.
Utilizar cargadores certificados y de marcas fiables
Un cargador o cable que no cumpla los requerimientos de la marca del dispositivo puede alimentar con sobre voltaje la batería y acabar por deteriorarla antes de la cuenta.
Cerrar aplicaciones en segundo plano
Las aplicaciones en segundo plano o las aplicaciones que quedan abiertas tras su uso y no se cierran automáticamente como redes sociales o juegos, aumentan el gasto de la batería. Por ello, debemos acostumbrarnos a cerrarlas tras su uso. También es recomendable desactivar funciones como el GPS o la conexión bluetooth.
Mantén la carga del dispositivo entre un 20% y un 80% del total
Actualmente, y exceptuando las baterías más viejas, está comprobado que mantener la carga de la batería entre un 20% y un 80% del total, mejora y alarga la vida de nuestras baterías.
Brillo de pantalla
Si queremos disfrutar de una o dos horas más de batería, podemos poner el brillo de la pantalla en automático. Además, se ha demostrado que los temas oscuros consumen mucha menos batería que los estándar con colores blancos y brillantes.
Reduce la actualización de tu correo electrónico
Por último, una de las funciones que más batería gasta es la de programar el teléfono para que continuamente esté buscando emails en los buzones de correo, ya que fuerza las conexiones de datos móviles. Por ello, es recomendable configurar nuestro correo para que la frecuencia de actualización sea cada 15, 30 o 60 minutos, o bien de forma manual, es decir, que cuando entremos en la aplicación se actualice.
En conclusión, las funciones que más batería gastan son el WiFi, el GPS, la conexión bluetooth y NFC, la frecuencia de actualización de nuestras cuentas de correo y los datos móviles, aunque esta última es mejor tenerla siempre activada. Además, las aplicaciones que más energía consumen son las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter ya que constantemente están solicitando información para actualizar el contenido que muestran.
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