Videojuegos
E3: La feria más importante del ocio electrónico se la juega en un evento gratuito en junio
Tras la cancelación de la edición 2020 por la pandemia sanitaria, vuelve el E3
Tras la cancelación de la edición 2020 por la pandemia sanitaria, vuelve el E3: la feria de juegos más importante del mundo tendrá lugar entre el 12 y el 15 de junio con un nuevo formato en 2021, completamente digital y gratis. Entre los participantes confirmados se encuentran Nintendo, Xbox, Capcom, Konami, Ubisoft, Take-Two Interactive, Warner Bros. Games y Koch Media.
Aquellos maravillosos años
Hace 26 años en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, Estados Unidos, se inauguraba la primera edición de lo que se convertiría en uno de los eventos más esperados del año para los amantes de los videojuegos en todo el mundo: la Electronic Entertainment Expo, también conocida como E3. Nacida del deseo de independizarse de las empresas de videojuegos del tradicional Consumer Electronics Show (CES) para crear una nueva cita dedicada exclusivamente a los juegos electrónicos, el primer E3 pasó a la historia como un éxito absoluto, un hito en un momento en el que las icónicas PlayStation y Nintendo 64 revelaron juegos clásicos como ‘Chrono Trigger’, ‘Twisted Metal’, ‘Donkey Kong Country 2’, ‘Resident Evil’ y ‘Virtua Fighter’, entre muchos.
Desde entonces, el evento ha sufrido altibajos y varias transformaciones, pero se ha consolidado como un retrato fiable de la industria y una verdadera fiesta para los usuarios de videojuegos, convirtiéndose, incluso, en uno de los momentos más esperados del año. Por segunda vez consecutiva en poco más un cuarto de siglo, ese momento tampoco llegará en 2021.
Las discusiones sobre el incierto futuro del E3 comenzaron a cobrar fuerza hace unos años, cuando se hicieron más claras las señales de que la convención buscaba alternativas para recuperar su papel. Pero la realidad es que lleva mucho más tiempo sufriendo. Aunque siempre permanecerán en nuestros recuerdos momentos icónicos, como la entrada triunfal en 2004 de Shigeru Miyamoto en el anuncio de ‘The Legend of Zelda: Twilight Princess’, o más recientemente la excelente conferencia de Sony en el E3 2015, que contó con los anuncios de ‘Shenmue 3’ y ‘Final Fantasy VII Remake’, el modelo de presentaciones ha mostrado signos de agotamiento año tras año, a medida que los editores se dan cuenta del valor que aportan las formas alternativas de anunciar su propio contenido.
Una cuestión de relevancia
Sony es la marca que mejor ejemplifica este éxodo, una de las empresas más importantes del sector y socio preferente de la ESA ya decidió anteriormente renunciar por completo a su participación en el E3, optando por eventos propios como PlayStation Experience, o State of Play. Todas estas decisiones están claramente motivadas: los videojuegos ya no se distribuyen ni se consumen de la misma manera que se hacía hace 15 años e incluso como hace 5. El E3 servía como espacio para que editores y desarrolladores se pusieran en contacto con los minoristas y distribuidores para trabajar con sus nuevos juegos y hoy estas mismas empresas pueden llevar sus juegos directamente a los clientes a través de las plataformas de distribución virtual. Y, mejor aún: al presentarlos, puedes hacerlo con tus propios términos. Cuando y donde quieras.
Uno de los ejemplos más claros de esta nueva deriva es el caso de ‘Apex Legends’ el Battle Royale de Respawn Entertainment, que se presentó en una transmisión coordinada por EA con jugadores profesionales que explotó con millones de usuarios en pocos días. Y nada de esto sucedió ni siquiera cerca del E3 o teniendo en cuenta su calendario.
No es la primera vez que debe reinventarse
Todos estos movimientos, por supuesto, no han pasado desapercibidos para la organización, que intenta desesperadamente implementar cambios en la fisionomía del evento para actualizarlo a las nuevas realidades del mercado. El principal cambio se produjo en 2017 cuando decidió abrir sus puertas a los usuarios. Hasta entonces, cabe recordar, el evento estaba dirigido en exclusiva a miembros de la industria y prensa internacional.
Con 15.000 entradas vendidas ese año, el evento cambió considerablemente: largas filas de seres humanos ansiosos por probar juegos inéditos llenaron la exposición, el cosplay dio color y nueva vida al lugar, e iniciativas como el E3 Coliseum, nos permitieron asistir a interesantes debates y paneles con invitados especiales en vivo a través de Internet, por supuesto. Todo esto dio un respiro al E3. El recién encontrado camino, sin embargo, duró poco. Además del golpe que supuso la salida de Sony en 2019, el pasado año la cita se convirtió en una feria de negocios sin actividad comercial gravemente herida (también) por la pandemia.
Una mirada al futuro
“Durante más de dos décadas, el E3 ha sido el escenario principal para presentar lo mejor que la industria de los videojuegos tiene para ofrecer, uniendo al mundo a través de los juegos”, asegura Stanley Pierre-Louis, CEO de ESA, en un comunicado de prensa. “Estamos convirtiendo el E3 de este año en un evento más inclusivo, pero seguimos buscando entusiasmar a los fanáticos con grandes revelaciones y oportunidades para hacer de este evento el escenario central indispensable para los videojuegos.” Con todo, el éxodo de importantes socios históricos vuelve a situar al E3 en una situación difícil para seguir demostrando su relevancia a partir de 2021.
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